Superado el sofocón del verano que hemos padecido, llega su mes más anárquico, septiembre, y nos trae un baño de intensa lluvia buena para la tierra y todavía mejor para refrescar algunas calenturientas mentes que se pasan todo el día advirtiéndonos de qué mal vamos a morir. Entre los independentistas catalanes capitaneados por el rey Arturo Mas y sus escuderos envueltos en la luminosa bandera secesionista para ocultar los negros trapos de la compadre y familiar corrupción que asola Cataluña pese al silencio agradecido de muchos de sus medios de comunicación; ante las clases magistrales de moralidad y ética política que ha soportado el alumnado español dictadas por una casta de profesores y profesoras venidos a más (no confundir con el otro) tras las elecciones autonómicas y municipales; tras comprobar que el crepúsculo de las ideologías no es solo el título de un libro que publicó en 1965 el ministro catalán de Franco (con perdón) Gonzalo Fernández de la Mora, sino que ese ocaso de las ideologías adquiere cada vez mayor verosimilitud; tras comprobar que alguno de los líderes mundiales más progresistas y mejor valorados por la extrema izquierda española resuelve el drama de los inmigrantes de forma más solidaria y eficaz que la decadente y reaccionaria Europa; tras constatar, en fin, que Arnold Schoenberg tenía razón al decir que se aprende más de música observando a Mahler vistiéndose que yendo al conservatorio; tras todo eso, ya podemos ir al recreo. Y así, mientras ustedes dos mastican con gula en el patio del colegio el bocadillo «señora Paca» del llorado Vázquez Montalbán (en otra ocasión les refrescaré la receta), este artículo masticará alguna de las noticias que ayudan a entender por qué ciertas personas son mejores que otras, más inteligentes, más éticas y moralmente superiores.

Como la anterior casta política, fundamentalmente el PP, se apoyaba en el amiguismo, el enchufismo y los favores endogámicos -de ahí lo de casta- los nuevos centuriones de la ética política, con Podemos y otros emergentes de extrema izquierda a la cabeza, cierran filas para poner coto al nepotismo de los otros, no el propio. Si la intachable Ada Colau daba ejemplo de todo ello en Barcelona, empezando por su compañero sentimental, el Ayuntamiento de Madrid y su alcaldesa nominal Carmena no ha querido quedarse atrás en este derbi entre los equipos municipales de ambas ciudades. Hace unas semanas Manuela contrataba como jefe de gabinete al marido de su sobrina y ahora acaba de colocar al padre de la portavoz del ayuntamiento, Rita Maestre, de Podemos, como subdirector de la Agencia Tributaria. Una nueva clase magistral dictada por esta casta de profesores sin fronteras.

Como los independentistas catalanes son más demócratas, dialogantes, éticos, estéticos y tolerantes que el resto de los políticos españoles (el problema del tres por ciento fue una boutade de Maragall fruto de la mala memoria y un acoso de la justicia española dirigido por Rajoy), el rey Arturo Mas, sus socios secesionistas y su juguete mediático, la plural e independiente TV3, veta, censura y prohíbe una entrevista al socialista Josep Borrell por su libro contra la independencia catalana «Las cuentas y los cuentos de la independencia». Esta es la ejemplar, imparcial y democrática televisión que quieren meternos en la Comunidad Valenciana varios de los grupos políticos que hoy la gobiernan. Por cierto, ¿protestará el PSOE con la misma contundencia que lo hace respecto a TVE, o Borrell ya no es de los suyos? Contesten cuando se acaben de comer el bocadillo «señora Paca».

Como las ideologías mudan de manera proporcional a la ausencia de poder, el líder de IU Alberto Garzón, que quizá haya leído las obras de Marx y Lenin pero seguramente no las de Gramsci, desconoce lo que significa el concepto gramsciano de «hegemonía», algo que domina a la perfección su superior jerárquico, Pablo Iglesias (el otro). De ahí que Podemos le haya dado a IU una buena ración de hegemonía obligando a Garzón a aceptar todas las condiciones impuestas para ir en su candidatura en las próximas elecciones generales, incluyendo que la marca IU ni tan siquiera figure en las papeletas. ¿Saben ya en IU lo que es la hegemonía? ¿Saben qué significa el ocaso de las ideologías?

Mientras Europa se enfrenta al drama de la inmigración Siria abriendo sus fronteras, Angela Merkel a la cabeza, el democrático y solidario régimen chavista de Maduro -que ha condenado al líder opositor Leopoldo López a casi 14 años de prisión, ¡14 años!, en una farsa de juicio- cierra las suyas expulsando a los inmigrantes colombianos acusándolos de la violencia organizada y el contrabando. Para que no haya dudas del carácter humanitario de la medida, Maduro ordena marcar las casas de esta pobre gente para después derribarlas (¿Quién marcaba a los judíos, sus casas y negocios con una estrella, se acuerdan?). ¿Qué ha dicho Podemos sobre ese régimen al que tanto admiran? ¿Recuerdan que Iglesias llamó a Merkel enemiga de la democracia? ¿Y si Europa hubiera alegado el peligro del terrorismo yihadista para cerrar sus fronteras? ¿Qué habría dicho Podemos y la divina extrema izquierda?

Ahora que ha terminado el recreo y también el bocadillo señora Paca, ¿se han dado cuenta ustedes dos de que los buenos siempre son los mismos hagan lo que hagan?