Tras las pasadas elecciones del 24 de mayo tres formaciones políticas constituimos un gobierno de cambio en la ciudad implementando áreas que durante los últimos años habían sido desactivadas o en algunos casos creando nuevas áreas de influencia para mejorar la vida de los ilicitanos e ilicitanas.

Atrás quedan el tiempo de las mayorías absolutas y absolutistas, el pueblo optó por más democracia, más diálogo, más transparencia y, sobre todo, más participación. Esto no es nuevo, en la mayoría de Europa existe esta concepción de entendimiento y representatividad que hace que existan pactos de gobierno a lo largo y ancho del continente. Al fin y al cabo no existe un único concepto de democracia, pero si la esencia de esta, y es que el pueblo debe sentirse representado y sobre todo que este debe hacer valer su voz.

Democracia quiere decir gobierno del pueblo: es el pueblo quien tiene en último término la palabra. Pero esa palabra necesita de cauces para ser escuchada y atendida. Para ello hemos reactivado el área de participación ciudadana en el municipio y queremos que esta sea la piedra de toque sobre la que se asiente el nuevo gobierno, un gobierno abierto, por el que la gente se sienta representada; transparente e integrador.

Lo esencial para que una persona represente a otra persona es que el representado otorgue libremente su confianza a su representante. Confianza es el concepto clave de toda auténtica representatividad. Ahora bien, la confianza implica una relación directa entre personas. Relación que quizá en las pedanías y el Camp d'Elx se da más a menudo que en el núcleo urbano, por ello propusimos como medida pionera la elección directa de los alcaldes pedáneos, que hoy por hoy son figuras que designa el alcalde, quizá porque la designación de estas figuras rompe con la idea de democracia, participación, representación y confianza que queremos para la sociedad ilicitana.

Al fin y al cabo, ¿de qué nos valdría un representante pedáneo nombrado por el consistorio pero que no represente a los habitantes de esta pedanía? ¿Qué representatividad tendría este/a? ¿Y qué confianza tendrían los ciudadanos de esa pedanía en el o ella?

Desde Compromís tenemos una larga tradición de procesos de participación tanto a nivel interno como externo. Todas nuestras primarias han sido abiertas a la ciudadanía porque concebimos que los procesos de designación tienen que implicar a cuanta más gente mejor.

Integramos en nuestra coalición a personas de diferentes partidos e ideologías, y aunque esto en ocasiones supone fricciones, la experiencia de dotar de herramientas de participación directa a todo aquel que quiera participar de nuestro proyecto ha sido no solo fructífera y beneficiosa, sino muy productiva.

Alguno se preguntara cual es nuestro secreto, y no es más que un profundo sentimiento de servicio a la ciudadanía, tal y como nuestro talante democrático nos dicta; y, sobre todo, la palabra; nunca nos falta la palabra.

No nos asusta la palabra o el debate porque nunca se ha llegado a nada en democracia sin estas herramientas. Por ello el próximo mes de octubre tras la elección de los nuevos representantes pedáneos esperamos poder escuchar las necesidades que nos transmitan, porque sabremos que estas personas serán la representación real de su pedanía, al haberlos elegido a estos democráticamente en un proceso y, por tanto, haberles otorgado su plena confianza.