a décimoquinta comparsa: el público. Un público entregado. Unos villeneros entregados hasta la médula. Y si no, que se lo digan a la pregonera de este año, Ángeles García, que a sus 85 años nunca ha desfilado. ¡Pero quién le gana a festera! Menudo arrojo le vamos a echar todos a estar fiestas, desafiando a los elementos. Paraguas en ristre, con las protecciones adecuadas ante un tiempo incierto, jalearemos a todos los cabos, a todas las escuadras, a todas las bandas de música. A las madrinas y regidoras. Del primer acto al último, en la noche del día 9, cuando en la plaza de Santiago se produzca el relevo de cargos y se enciendan la mecha de las fiestas de 2016.
Los datos impresionan. En la Entrada de este sábado desfilarán más de 10.000 festeros, repartidos entre las 14 comparsas. Y 37 escuadras especiales con un diseño exclusivo del que guardan un celoso secreto hasta el momento en que puedan ser vistas. A estas 37 escuadras participantes en el concurso habrá que sumar otras 5 más, fuera de él. El cortejo estará acompañado por 120 bandas de música. Puede que alguna más.
En el caso de la Cabalgata que se desarrollará en la noche del domingo al lunes se incrementarán el número de boatos y de bandas de música, que pasarán de las 130. En total, serán más de 13.000 participantes en la noche más mágica del calendario villenense. El desfile infantil de la mañana del domingo, denominado de La Esperanza, también acoge novedades e incrementa el acompañamiento musical. En la Retreta de la noche del 7 se prevé récord de participación de grupos organizados. Para la procesión del día 8 el barrio del Rabal prepara un engalanamiento especial. Y en la Entrada de Nuevos Cargos del día 9 el Bando Marroquí iniciará los actos de su 150 aniversario, mientras otras formaciones hacen lo propio con motivo de sus correspondientes efemérides.
La décimoquinta comparsa, imprescindible, se va a entregar en cuerpo y alma. Apoyando. Tanto si luce el sol como si no. En Villena, al mal tiempo buena cara. La gente se mira, sonríe, y verbaliza el grito de fiesta: «Día 4 que fuera». Hasta el día 10, no hay tiempo para nada más.
