Este verano ha sido duro, muy duro en violencia de género; pero habría que preguntarse si llevamos un mal verano, un mal año, y la respuesta, o mi respuesta es negativa porque lo que llevamos es mucho tiempo, muchos años y muchas víctimas de asesinatos machistas, hasta el punto que la sociedad ya los vive con cierta indiferencia, con expresiones como «una más».

Los partidos políticos están hablando de un Pacto de Estado contra la Violencia de Género, en las redes sociales se habla de intervención en la educación y mientras tanto se hacen desaparecer asignaturas como Educación para la Ciudadanía, bajan las partidas presupuestarias destinadas a igualdad, desaparecen los puntos de encuentro familiar, y a pesar de llenarse la boca y las normas internas de los partidos políticos de «paridad», la realidad que encontramos es bien distinta.

Un análisis, sin ser este profundo, de los municipios de la Vega Baja nos demuestra que independientemente de la ideología política, cuando se habla de igualdad, de paridad, se está hablando de «postureo», y si no veamos, ¿cuántas alcaldesas hay en los veintisiete municipios de la Vega Baja?, Jacarilla, Bigastro, Albatera y Daya Nueva, cuatro de veintisiete. Vayamos un poco mas allá, Rafal, gobierno en solitario del PSOE y un equipo de gobierno de siete miembros con cuatro hombres y tres mujeres y una junta de gobierno en la que tan sólo hay una mujer frente a tres hombres; San Isidro, gobierno en solitario del PSOE, con cinco miembros, cuatro hombres y una mujer; Dolores, gobierno en solitario del PSOE, cuatro hombres y cuatro mujeres, pero aquí es el Partido Popular el que nos deja fuera, el grupo municipal del Partido Popular está compuesto tan sólo de hombres; sigamos con gobiernos del Partido Popular, Formentera del Segura, de un gobierno de seis componentes, tan solo dos son mujeres, la misma proporción tiene el gobierno de Daya Vieja; con gobiernos en coalición, tenemos a Catral, mi pueblo, PSOE-APC, compuesto por cuatro hombres y tres mujeres, pero con una Junta de Gobierno, órgano en el que se toman las decisiones, compuesto por tan sólo una mujer y cuatro hombres.

Los gobiernos municipales son el espejo donde se mira un pueblo, cuando los niños y niñas de los colegios visiten los ayuntamientos en el Día del Niño o de la Constitución, lo que encontrarán serán ayuntamientos, pueblos gobernados por hombres y ¿no pensarán que esto es así porque el hombre es superior a la mujer?

Yo tengo la respuesta, el hombre es igual a la mujer o la mujer igual al hombre, pero los vítores, las alabanzas a la igualdad, a la paridad, son mero postureo político y mientras esto sea así, mientras nos conformemos con el postureo, nos seguirán matando.