Todos los medios, sin excepción, reflejan la situación de los refugiados: es tan dramática, no se puede mirar para otro lado (¿cuál sería el otro lado?). La Unión Europea se ha visto obligada a reaccionar. Ubicar a 40.000 refugiados. A España le corresponderían recibir aproximadamente a unas tres personas, que como dijo el Papa Francisco son como nosotros: seres humanos (¿había que recordarlo?). El Gobierno español se apresuró a decir que no estaba en condiciones, el país de la UE que... crece. Sólo está dispuesto a recibir a este número de personas, cuando miles de inmigrantes han tenido que irse de España a sus países de origen u otros lugares en busca de trabajo.

En los últimos años millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus casas, sus ocupaciones, sus países. Son millones. Convendría reflexionar sobre el motivo de este éxodo, peor que el éxodo bíblico, que solo duró cuarenta años, porque para aquellos judíos que huían las aguas se abrieron, en este caso se los traga. ¿Qué ha pasado en esta región del mundo sin tener que recordar la desastrosa época colonial? En los setenta la Unión Soviética invadió Afganistán y entonces Estados Unidos desarrolló la «Operación Ciclón», suministrando generosamente armamento a los grupos opositores y entonces nace Al Qaeda, gracias al apoyo del Pentágono y de la CIA. De esta operación no se aprendió nada: la segunda invasión de Irak con el falso argumento de las armas de destrucción masiva (esa foto inolvidable de los tres en las Azores, Bush, Blair, Aznar y Barroso escondiéndose; qué felices se les ve). Lo que si se destruyó fue el estado iraquí y una de las consecuencias es el llamado estado islámico. Siria: el gobierno ha podido sobrevivir gracias al apoyo de Rusia que en el Consejo de Seguridad bloqueó toda condena del régimen; allí tiene una base militar y de paso suministra armas a dicho régimen. Millones de sirios han abandonado su país y muchos miles de iraquíes que se habían refugiado en territorio sirio, han tenido que abandonarlo. Un segundo exilio entre las bombas.

Hungría que tanto sufrió hace cincuenta años por la invasión soviética y que tanto celebró la caída del Muro de Berlín, ahora se apresura a construir un muro rechazando sin piedad a los que huyen de la guerra. Eslovenia sólo admite cristianos...

Se dice que este éxodo es parecido al que sufrió Europa cuando la Segunda Guerra Mundial. Se trata de un conflicto en el que tiene que participar el conjunto de la comunidad mundial: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido. En Iberoamérica hay comunidades sirias afincadas desde hace décadas y no se enteran de lo que está pasando: ¿no son sus hermanos? En cuanto a los países árabes, los más ricos, tan rigurosos cuando leen el Corán, tampoco están dispuestos a colaborar. Están ocupados en construir ciudades fantásticas, trenes de alta velocidad, consumiendo con avidez productos de marca e imponiendo el burka. Las mafias: se habla y se escribe todos los días sobre las diabólicas mafias, pero haya o no mafias, millones de personas huyen víctimas no solo de las mafias, son víctimas de políticas redactadas por intereses económicos y estratégicos y de gobiernos corruptos que desconocen qué significan los derechos humanos.

Finalmente: puede resultar paradójico que el país europeo que más refugiados acoge sea Alemania.