¿Recuerdan a esa consellera que ha tenido más de dos años terminada y bloqueada la Línea 2 del Tram, que paralizó el túnel de la Serra Grossa, que tiene en obras dos años el Acceso Sur y el barranco de las Ovejas sin que se vea el fin? Sí, Isabel Bonig. Parece que ha decidido salir de la hibernación inversora a la que nos ha tenido sometidos en Alicante estos cuatro años y por obra y gracia de la cercanía de las elecciones se vuelve hiperactiva y nos promete hasta lo que es evidente que no puede cumplir. Ni un sonrojó le entró a la consellera de Infraestructuras cuando aseguró que el tramo de la Vía Parque que Alicante espera desde hace décadas entre el PAU I y la avenida de Orihuela estará acabado en abril. Le faltó explicar cómo es posible que una obra de una envergadura semejante puede hacerse en apenas un mes cuando no está ni empezada. Y si es posible, que francamente no lo creo, cómo es que esa magia no la ha aplicado a todo lo que tiene ralentizado. Está claro que Isabel Bonig se ha transformado en Antoñita la fantástica.
