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El PP quiere una sentencia

El viernes fue el último Consejo de Ministros del verano y, por enésima vez, no se han cumplido las amenazas de Gallardón sobre la aprobación del anteproyecto de ley que pretende privar a las mujeres de su derecho a decidir libremente sobre su embarazo. Me gustaría pensar que han sido las movilizaciones sociales, encabezadas por el movimiento feminista, las que se pueden atribuir tal provisional triunfo. Pero no es así. Seamos realistas: para el PP la libertad de las mujeres no es algo a tener en cuenta. Lo que cuentan son los votos y es ese cálculo y el saldo negativo que arrojaría sobre sus resultados lo que ha funcionado como dique de contención.

El PP no se puede permitir el lujo, a estas alturas de la legislatura, de tramitar en sede parlamentaria un proyecto de ley como éste, por mucha mayoría absolutísima que tenga. Y no puede hacerlo porque no le conviene que esos debates coincidan con la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas, que están a la vuelta de la esquina. Sin embargo, temen que el ala más ultraconservadora de su electorado les castigue negándoles el voto en las elecciones generales de noviembre de 2015. Ante ese dilema ¿qué se proponen hacer? ¿Cuál es la estrategia? Pues me huelo que la de pasarle la pelota al Tribunal Constitucional (TC), que tiene pendiente resolver el recurso de inconstitucionalidad que contra la vigente Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo interpuso el PP en junio de 2010.

Si el TC resolviera este recurso basándose exclusivamente, como debe hacer, en criterios jurídicos, no podría sostener que la ley recurrida es inconstitucional. Pero con estos magistrados, cualquiera se fía. Y no lo digo porque el TC esté compuesto por 10 hombres y 2 mujeres (que algo influirá también), sino por algunas sospechas respecto de su imparcialidad ¿Acaso no se cuentan, entre los magistrados del TC, exmilitantes del PP? Pues sí, haberlos, haylos. Desde su presidente, Pérez de los Cobos, que todavía militaba en dicho partido cuando fue nombrado magistrado, hasta Andrés Ollero, que fue diputado por esa formación política nada menos que durante 17 años y al que corresponde ser ponente de esta sentencia.

Así que temo que vayan a resolverle la papeleta al PP, que podrá entonces presentarse ante su electorado en la campaña de las elecciones generales de 2015 limpio de polvo y paja. Porque creo (ojalá me equivoque) que tendremos sentencia del TC entre junio y septiembre de 2015 declarando que la interrupción voluntaria del embarazo es inconstitucional. Al PP le hace falta esta sentencia. A las mujeres no nos hace falta este PP. Acuérdense al votar.

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