En la Lonja del Pescado de Alicante podemos ver una selección de obras de arte que es difícil encontrar como no sea en los grandes museos, IVAM, Reina Sofía, MACBA? La exposición El arte del coleccionista reúne obras de varios coleccionistas de arte de la provincia de Alicante, a través de las cuales se nos ofrece una revisión de las tendencias y autores de la segunda mitad del siglo XX, desde la experiencia de la percepción del arte de cada uno de estos coleccionistas. Piezas de los miembros de El Paso y Dau al Set, junto con las de nombres internacionales como Roberto Matta o Jannis Kounellis, el último Premio Velázquez, Jaume Plensa, o Joan Miró. Alternando con los nombres claves del arte español: Gordillo, Campano, Gerardo Rueda, Iturralde, Eusebio Sempere, Eva Lootz, Pancho Cossío, Mompó, Sinaga, Manolo Rivera, Hernández Pijuan, Clavé, Darío Villalba, Soledad Sevilla, Darío Urzay, dos dibujos originales de Julio González, otros de Baltasar Lobo. Autores que figuran en la colección de Sempere, con gran presencia hasta prácticamente los noventa, como Julio Zachrison, Millares, Tàpies, Guinovart, Saura... Y las generaciones posteriores que ya no están en esta colección, pero que son igualmente influyentes en el arte contemporáneo. Una selección que nos revela esta continuidad o simultaneidad en el diálogo del arte. Todo un privilegio, pues no solo podemos contemplar, a través de originales, la historia del arte, desde una percepción cercana a sus protagonistas, sino que, además, por su calidad, nos proyectan como ciudad con una imagen de modernidad, de cultura, que indudablemente sorprende a propios y extraños.
Esta exposición es un apoyo a los artistas, porque realmente educa a la sociedad a ver y a valorar el arte contemporáneo, con obras que no responden a la imagen clásica, más conocida de los autores. Algunas piezas son investigaciones, obras de taller, en las que vemos cómo el artista es capaz de mantener la altura por la que es conocido. El arte es un proceso muy competitivo y por lo tanto selectivo. El conocimiento inmerso en las obras impone un determinado nivel y, en la exposición de diferentes obras en una sala, se establecen una serie de relaciones o sinergias por las que se apoyan y complementa unas a otras. En esta exposición, las obras poseen tal altura que casi es imposible introducir algo que no tenga la suficiente entidad artística. Pero es también el montaje y su disposición en la sala, teniendo en cuenta los diferentes formatos y tendencias, lo que evita que unas propuestas anulen a las otras, y al mismo tiempo se promueva la competitividad entre ellas, mostrando con la mayor contundencia posible los fundamentos de cada una. El montaje de una exposición contribuye a ver la relación entre las obras, el discurso del arte. Y el resultado es una imagen de gran potencia cultural que proyectamos desde una sala de Alicante.
