Hace unos días hemos conocido los detalles de la adjudicación del proyecto de parque multiaventura en el huerto de Travalón. El proceso de selección en la contratación no ha podido ser más fácil. Solo se había presentado una empresa al concurso, Compañía Mediterránea del Ocio SL. Sus fundadores tenían clara la actividad y la actuación concreta que iban a desarrollar.

Sabían muy bien que iban a construir y explotar «un parque multiaventura de ocio, donde se desarrollan multitud de actividades relacionadas con el entretenimiento, el deporte y el ocio, con circuitos tótems multiaventura para diferentes edades, activos y en árboles, tirolinas de diferentes tamaños, rocódromo». Ése es, literalmente, el objeto social por el que se constituye la empresa el 16 de mayo de 2013, según BOE del Registro Mercantil.

Tres meses después, el 6 de agosto de 2013, la Junta de Gobierno Local hace público un nuevo proyecto: ceder un solar de titularidad pública a una empresa privada para la construcción y explotación de un parque multiaventura con «instalaciones fijas para la realización de actividades lúdico-recreativas y de aventura al aire libre». Pues bien, este proyecto sale a información pública el 29 de agosto de 2013, cuando se publica en el BOP. Y los documentos de licitación aparecen publicados en la web del Ayuntamiento desde el 16 de agosto de 2013.

Podría ser casualidad que la memoria constructiva del proyecto contenga un «circuito multiaventura infantil y circuito familiar de tótems», que contemple también construir nueve «tirolinas de diferentes tamaños» y dos «rocódromos» para los accesos del circuito multiaventura familiar. Pero la casualidad lleva implícita la imprevisión. Y, sin embargo, Compañía Mediterránea de Ocio SL preveía muy acertadamente, en mayo de 2013, que construiría un parque de tales características.

El término «causalidad» responde mejor a esta sucesión de hechos. De todos es sabido que la causa precede en el tiempo a la consecuencia. Pues bien, la causa es un interés privado de negocio, que se manifiesta en mayo, con la creación de Compañía Mediterránea de Ocio SL; la consecuencia es diseñar, en julio de 2013, un proyecto a medida, que cede suelo público, de todos y todas, para que ese interés privado haga realidad sus expectativas de negocio. Y es que así funciona el equipo de gobierno de Elche: haciendo favores a particulares mediante proyectos y patrimonio públicos.