Si el Consell está tan satisfecho con el planteamiento que hace el ministro Arias Cañete de aumentar la reserva de agua en los embalses de Entrepeñas y Buendía hasta los 400 hectómetros cúbicos, como así lo asegura el director general del Agua, José Alberto Comos, ¿puede explicar alguien del Consell el porqué crean dos comités de técnicos para desmenuzar el documento y presentar alegaciones? ¿No es tan estupendo? Afirman en el gobierno valenciano que la propuesta sobre el trasvase del agua del Tajo beneficiará a la provincia de Alicante, sobre todo en época de sequía. Será verdad, pero cuesta de creer, porque ya hemos vivido, por desgracia, épocas de sequía en las que no había ni caudal de reserva garantizado, y ni siquiera se cumplió el trasvase establecido legalmente para desesperación de nuestros agricultores. La presidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, parece conforme con la propuesta que está encima de la mesa. ¿Nadie sospecha? Además, expertos de prestigio en materia de trasvases de agua, desde la Universidad de Alicante, han advertido de que nos están engañando, poco más o menos, y que con la propuesta del ministerio el caudal del trasvase se reducirá en 50 hectómetros cúbicos anuales, resultando una incógnita lo que pueda pasar en el caso de sequía, aunque podemos ir imaginándolo. Ante esta situación, sólo cabe preguntarse por qué el Consell tiene tanta prisa en firmar el memorándum sobre el Tajo. ¿Por qué no esperar a lo que digan los técnicos a los que se les ha encargado el análisis sobre la repercusión de la reserva de agua en la provincia?¿Arias Cañete y Cospedal obligan a Alberto Fabra a firmar a ciegas, aprovechándose de su casi nulo peso político? ¿A nadie le importa la hipoteca que se cierne sobre nuestro futuro?