Qué apuro el del conseller de Sanidad, Manuel Llompart, al tener que explicar lo que no quería a la periodista Angels Barceló. Prefirió quedar como tonto antes que reconocer que el "compromiso" que exige a los médicos para pagarles más, en forma de incentivos, consiste en que los facultativos receten menos medicinas, y más baratas, así como que envíen a sus pacientes lo mínimo posible a los especialistas y encarguen el menor número de pruebas para un diagnóstico. Llompart, el economista cuyo nombramiento como conseller ha supuesto una indisimulada alegría para las empresas de medicina privada que despreciaban a Rosado por su planteamiento de sanidad pública, quiere médicos "comprometidos", no los que han dado su palabra a través del juramento hipocrático en favor de la salud de sus pacientes, sino aquellos que sean complacientes con sus directrices, a los que premiará con un puñado de euros.