Al final de la "Vespra" del Misterio de Elche se representa la Dormición de María. El niño que interpreta a la Virgen muere en medio de los apóstoles y es sustituido por la imagen de la Patrona en actitud yacente. El araceli desciende desde el cielo para recoger una pequeña figura mariana que simboliza el alma de la Madre de Dios. En la segunda parte o "Festa", esta misma alma, en manos del Ángel Mayor, volverá a descender desde el cielo para unirse al cuerpo enterrado de la Virgen como antesala de su gloriosa Asunción y Coronación.

Esa pequeña imagen utilizada para representar el alma de la Virgen ha sido restaurada por el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, que dirige la doctora Carmen Pérez. Sobre la misma apenas hay referencias en la documentación histórica. Únicamente se cita en los inventarios de Santa María, sin que podamos saber si realmente era la usada en el Misterio, "una imagen de talla, pequeñita, de nuestra Señora de la Asunción", que contaba con diferentes vestiduras de ricos tejidos y una corona de plata sobredorada.

En 1756 se hizo una reparación a esta imagen pequeña que fue sufragada por el Vínculo de Doctor Caro o bienes de la Virgen: se pagó a Francisco Galbis, platero, un real "por blanquear el rosarico y corona de la Virgen", ocho reales "por una peluquita", dos reales a Ginés Sirvent por una cinta, y sesenta y seis reales y doce sueldos a Josep Oliver, maestro dorador por "colorir la imagen pequeña de Nuestra Señora, dorar su peana y colorir la caxa en donde está custodiada".

El estudio previo a la restauración de la imagen utilizada actualmente en la celebración del Misterio nos remonta al siglo XIX. Se ha determinado que nos hallamos ante una figura con cuerpo de piel rellena de estopa, oculto bajo los ropajes, al que se unen la cabeza, las manos y los pies de talla policromada, con cierta desproporción en su conjunto. Unos orificios existentes en las plantas de los pies indican que las partes talladas provienen, muy probablemente, de una imagen anterior que se sostenía erguida sobre una peana mediante dos espigas que se introducían en los citados orificios, cosa que actualmente resulta imposible por la inexistencia de un armazón rígido que sustente la figura.

De los últimos años del siglo XIX son dos referencias de gran interés. El publicista murciano Javier Fuentes y Ponte describe la figura del alma usada en la "Festa" en 1886 como "una pequeña imagen de la Virgen, como niña de 0 m. 70 de altura, vestida con túnica de gasa y con corona real con ráfagas en su cabeza". Y de 1897 es su representación plástica más antigua de las localizadas. La incluye el arqueólogo e hispanista Pierre Paris en un artículo dedicado a describir nuestro Misterio que publicó en el semanario parisino L'Illustration tras su estancia en Elche. El citado artículo se acompaña de fotografías y grabados, entre ellos uno titulado "L'âme de Saint Marie", que nos muestra la imagen del alma de la Virgen, con las manos unidas ante su pecho, vestida con una túnica de amplias mangas ceñida con cíngulo y, sobre su cabeza, recubierta con peluca, la misma corona que hoy conocemos, una imperial de cuatro tramos con orbe y cruz y con diadema de ráfagas y catorce estrellas.

En 1912 veía la luz pública el libro "Historic Shrines of Spain", de Isabel Allardyce, sobre diferentes santuarios marianos españoles. El capítulo dedicado a la Virgen de Elche, en el que se realiza una descripción de la "Festa", aparece ilustrado con cuatro grabados: la imagen de la Virgen de Elche, la Mangrana cerrada y abierta y "The Soul of the Virgin". En el caso de la figura del alma presenta una idéntica disposición y actitud en sus manos y vestido del dibujo de Pierre Paris, pero con una dulcificación en su rostro, mayor definición en su pelo y un adorno más recargado en su túnica y cíngulo.

El hecho de que esta pequeña imagen de la Virgen se guardara habitualmente en la sacristía de Santa María hizo que no se viera afectada por el incendio del templo de 1936 y pudiera ser utilizada de nuevo en el Misterio a partir de su recuperación en agosto de 1941. Según testimonio del que fuera tesorero del Patronato del Misterio de Elche, Eloy Espinosa Sánchez (1908-1997), fue preciso, además de renovar sus vestiduras, adquirir una peluca nueva en la misma casa valenciana que suministra las utilizadas por la imagen de la Virgen de los Desamparados.

La imagen que representa el alma de María, dado su pequeño tamaño, ha pasado casi desapercibida a los ojos de los espectadores del Misterio hasta la invención de los teleobjetivos fotográficos que permiten acercar su visión. Pero, sin embargo, es un testimonio fundamental de la continuidad de la "Festa d'Elx" en los dos últimos siglos. Una figura que, recobrada ahora en todo su esplendor, podrá seguir cumpliendo su función simbólica en el drama asuncionista ilicitano y, además, ser admirada el resto del año en el Museo de la Virgen de la Asunción, Patrona de Elche, que alberga la colección museográfica de la Insigne Basílica de Santa María.