Abusos

Cierra la vigesimoséptima edición del festival de música de Alicante (veintisiete edición [sic] para la locución del ADDA). Con tres orquestas sinfónicas (ONE, JONDE y RTVE) y una programación mucho más abierta que otros años, este año quedará guardada con cariño en la memoria de muchos de los que hemos podido asistir a sus conciertos. La variedad y calidad de la programación ha tenido desde la época tomarquiana a la etapa de Fernández-Guerra altibajos (hundiéndose en ocasiones en las más oscuras pretensiones del arte), y este año no iba a ser menos, con compositores (a pesar de mis plegarias) que no hay forma de que desaparezcan del cartel y otros que se echan en falta (Jesús Rueda, por ejemplo).

De cualquier manera, la noche del domingo se cerró el festival con la orquesta de RTVE y una accesiblemente emocionante "Grupos tímbricos" de Gerardo Gombau y la, por momentos (muchos), insufrible "Clamor II" de Gonzalo Olavide. También se ha echado en falta en esta ocasión cuando el festival cerraba sus puertas con espectáculos organizados en lugares emblemáticos como Santa Bárbara, las Cuevas de Canelobre o Tabarca. Tal vez, por eso del estreno, el uso del ADDA se ha convertido casi en abuso. Bonito abuso, por cierto. Esperemos que los organizadores culturales de esta ciudad lo sigan ejerciendo el resto del año.