La Cámara aprovechó la primera edición de sus premios anuales para rendir homenaje al empresario textil Rafael Pascual Albero. Tras recibirlo, el veterano fabricante relató que en los albores de los años sesenta se produjo un "crac" de lo que entonces era la industria textil tradicional, y que a toda prisa hubo que "inventar" algo. Y el invento fueron lo que se vino en llamar "textiles para el hogar", que durante décadas han generado un río de riqueza no solo en Alcoy, sino en Muro, Cocentaina y también en gran parte de la Vall d'Albaida, a través de millones y millones de metros de productos, sobre todo cortinas, que decoran pisos en el mundo entero. Aquella noche, Pascual también afirmó que había llegado la hora de variar el rumbo y encontrar otro filón.

Eran los momentos -finales de 2008- en que el textil vivía lo más crudo del embate de la "globalización", que en términos corrientes significó que Europa fuera invadida por los productos fabricados en Asia, a unos precios a los que a la industria nativa le era y le es imposible competir. ¿La consecuencia? De todos es sabida: cierres de empresas, despidos y práctico desmantelamiento de algunos subsectores. Rafael Terol se quejaba hace unos años de que había caído el del género de punto, ¡si hoy levantara la cabeza...! De todos modos, hubo quién fue capaz de encontrar lo que hoy se llama nichos de mercado y salir adelante, más o menos, para encontrarse con la hipercrisis actual, que se lo está llevando todo por delante. Difíciles momentos, por tanto, para que se pueda cumplir el deseo de Rafael Pascual.

Aquellos precursores de los sesenta vieron también la necesidad de disponer de una feria sectorial. Iban a hacerla en Alcoy, pero Feria Valencia les convenció de trasladarse hasta la capital del Turia. Así nació Textilhogar, que desde 1969 fue el referente del textil de estas comarcas, algo que continuó durante décadas. Agotado el modelo, tras 38 ediciones el certamen se integraba en Hábitat en 2008, que esta semana ha celebrado su última convocatoria, con una participación simbólica de empresas de la zona: sólo han ido cuatro (a Heimtextil, en Alemania, fueron cinco).

Mientras la organización y el propio presidente Fabra -cuyo discurso triunfal recuerda a su antecesor- vendían las "maravillas" de Hábitat, conocemos casi por azar que en los mismos días se ha celebrado en Barcelona el World Textile Summit 2011, que está considerada la feria de maquinaria textil más importante del mundo; en su marco, empresarios del sector de 30 países han analizado el contexto en que se mueven, con la presencia del ex secretario general de la ONU, Kofi Annan. Visto lo visto, cuesta mucho creer que Hábitat tenga alguna utilidad para el textil y queda claro porqué los empresarios de la zona no van.