Los últimos estudios de opinión siguen dando una amplísima mayoría al Partido Popular respecto al Partido Socialista. El "ciclista" Rajoy sigue incrementando su distancia respecto al "velocista" Rubalcaba. Parece que nos movemos en una distancia entre 10 a 14 puntos, dependiendo del medio de comunicación que haya pagado el estudio sociológico.

Sin embargo, las encuestas ponen de manifiesto la mejor valoración que, para los preguntados, tiene el candidato socialista, don Alfredo, frente al ya derrotado en dos ocasiones, don Mariano.

Durante los últimos dos años hemos asistido a los recortes de ZP que le llevó a abandonar sus principios socialistas, y en las últimas semanas observamos cómo los distintos gobiernos autonómicos del Partido Popular están llevando en el sistema educativo, que obliga a los profesores a movilizarse por sus puestos de trabajo y en defensa de la calidad de la enseñanza pública. Además los gobernantes del partido de la gaviota están metiendo la tijera contra los sindicatos y contra los acuerdos sociales firmados con los representantes de los trabajadores. Eso sí, siguen manifestando su desacuerdo en la puesta en marcha de un impuesto sobre las grandes fortunas. El PP no quiere que la crisis la paguemos entre todos. Por sus actitudes parece que sólo quiere que sea a costa de los trabajadores, pensionistas, parados y las capas más débiles de la sociedad.

Impuesto sobre el patrimonio que, cuando lo quitó el gobierno de Zapatero, todos los dirigentes socialistas aplaudían a rabiar, y ahora todos justifican su aprobación y puesta en marcha. Es evidente que ZP ganó en 2004 por las mentiras de Aznar y los suyos, pero ahora parece que va a ganar el Partido Popular (que no Rajoy) por los bandazos de Zapatero y los ataques que éste ha realizado hacia quienes han sido sus bases electorales en 2004 y 2008. Como verán, todos recortan sin tapujos y todos atacan a los más desfavorecidos de nuestra sociedad.

¿Por qué los ciudadanos están tan alejados de la política de partidos y de los políticos? Seguramente por diversos motivos como indicaba el movimiento 15M, pero yo quiero aportar aquí mi reflexión sobre la cerrazón de las estructuras de los aparatos organizativos de los partidos políticos. Luego también están los cortesanos que rodean a los líderes, y que les hacen bastante daño. Los líderes políticos y también los sindicales o de cualquier organización lo que realmente necesitan son personas leales pero no cortesanos. Al líder hay que decirle siempre la verdad y no aquello que quiere oír.

Cuando he tenido cargos de responsabilidad en el sindicato UGT siempre he mantenido esta máxima como forma de ayuda al secretario general de turno, aunque es verdad que algunos siguen prefiriendo los cortesanos a los leales.

La verdad es que los partidos mayoritarios españoles provocan todo menos euforia entre los electores. Y eso lo sabe el candidato Rubalcaba, el cual parece que se está deshinchando tras la publicación de las últimas encuestas sociológicas. Está al borde del abismo, tanto él como el Partido Socialista.

Ah, y decirle que si viene por Alicante y la Comunidad Valenciana, le diga al secretario general del Partido Socialista del País Valenciano, Jorge Alarte, que si hay alguna oportunidad de consenso entre las fuerzas políticas de nuestra Comunidad para un pacto político para intentar salir de la crisis lo apoye por el bien de todos aquellos desempleados, familias que no tienen recursos para llegar a fin de mes o empresas que han tenido que cerrar porque no son capaces de vender lo que producen. Ya está bien de partidismos. Es hora de que todos arrimen esfuerzos. ¿No era esto lo que ZP y Rubalcaba le exigían a Rajoy?

España necesita de políticos que estén a la altura de una situación más que crítica. Es más, sería aconsejable que tras el 20N, gane quien gane, se negociara un gran pacto político y social.