"Desordances_3". Las Cigarreras. Compañía: Dani Pannullo Dancetheatre Co. Coreógrafo y director: Dani Pannullo.

La experimentación y las complejidades sonoras, donde la atonalidad o la ruptura con las convenciones musicales es una de las corrientes, componen la estética del Festival de Música de Alicante. La música contemporánea deriva de la clásica y es la que se ha compuesto en los últimos cincuenta años. Los gustos de la mayoría no transitan por ahí. Ahora bien, con ánimos de apertura, el 27 FMA celebró el viernes, en el espacio de las Cigarreras al aire libre, la inauguración de este ciclo con un género más propio de un festival de danza. En cualquier caso, buena afluencia de espectadores, de momento, para ver a la Dancetheatre de Dani Pannullo, coreógrafo argentino afincado en España desde hace más de veinte años. La compañía se fundó en 1999, es un laboratorio de ideas y es residente en el Centro de Nuevos Creadores de Madrid con bailarines que proceden de diversas disciplinas. El objetivo es reflejar la cultura urbana con sus nuevos modos de expresión, una de cuyas formas principales es el breakdance, nacido en las comunidades afroamericanas de los barrios neoyorquinos. En los años 70. De esto se nutre, bajo la influencia de los bailes aborígenes, las artes marciales, la gimnasia o el funk, la serie de movimientos aeróbicos y rítmicos de Desordances_3. Varía, eso sí, la manera de ofrecer el juego coreográfico y de musicalizarlo con una selección integrada en las músicas populares del mundo y no en las sonoridades del festival. Sin embargo, el inconfundible sello del breakdance mantiene el pulso aderezado igualmente con la música hip-hop. El baile de pie, los veloces giros, caídas y bajadas, piruetas, acciones suaves, las difíciles posturas, complicados ejercicios con un balón y las batallas dancísticas entre ellos. El nervio y una excelente técnica son imprescindibles. O los pequeños platillos orientales, crótalos o chinchines en los dedos del derviche egipcio Mostafá Abdalá. Ascético y místico en contraste con la ilusión efímera del cuerpo de los otros componentes. Y la danza del cosmos. Los simbólicos giros con su faldón blanco desplegado.