Los resultados obtenidos el pasado 22 de mayo por el PSOE, en los comicios autonómicos y municipales, no fueron aprovechados como una oportunidad en tiempo y en forma, para analizar las causas de tal derrota y actuar en consecuencia, ésta debacle que marcó un hito histórico en determinadas autonomías y municipios, en los que el PSOE ha debido abandonar el poder después de décadas de gobierno, también sirvió a la ciudadanía para expresar su posición, de una manera clara y contundente. Ante esto, la dirección federal del PSOE abrió un breve período de reflexión y análisis, tras el cual, y en unidad de acto, resultó proclamado un candidato a la presidencia del Gobierno.

La otra alternativa era convocar al congreso federal, pues no hay mejor reflexión ni análisis, que la que emana del conjunto del partido. Ante la proximidad de unas elecciones generales, la situación económico-social de nuestro país, el desgaste de nuestro gobierno y la situación interna del propio PSOE, ¿Cabe una mejor alternativa que la convocatoria de un Congreso Federal? Cada uno que responda lo que piense, pero lo cierto es que antes de acudir a unas elecciones generales, hubiese sido necesario analizar las causas de esta derrota, cerrar el ciclo renovando los cargos orgánicos, definir una nueva estrategia y buscar conexión con los ciudadanos, ahora todo esto se tendrá que hacer, no en un congreso, sino en una campaña electoralÉ Un congreso federal hubiese traído como resultado otra composición de las listas electorales, en sintonía con las necesidades del momento, pues sería otra dirección, la que en hoy estaría confeccionando las listas, aunque quizás esto último, sea motivo para no celebrar un congreso federalÉ

Resulta inaceptable, ante los ciudadanos y ante los militantes del PSOE, que la derrota electoral no haya dado lugar a cambios, y que los órganos del partido permanezcan inamovibles, como si no hubiese pasado nada, pues no basta con asumir responsabilidades, si éstas no traen consecuencia alguna. Lo sano y razonable, es optar por cambios que hagan posible que en el PSOE, se escuchen todas las voces con garantías objetivas de igualdad, no sería razonable que los endogámicos asistentes a los congresos, continuasen siendo los cargos orgánicos, que a su vez también son los cargos públicos, que a su vez son los que se eligen entre ellos, solo con estos cambios será posible ganar en capacidad y calidad.

La pérdida de apoyos de los ciudadanos que ha sufrido el PSOE, también es un fenómeno que se ha producido dentro de sus propias filas, pues no es ningún secreto, que hay militancia que al igual que muchos ciudadanos de progreso, no se identifican con las políticas municipales, autonómicas, ni con la acción del gobierno de la nación, esto ha significado una pérdida constante de militancia y músculo a la organización. El 22M puso de manifiesto que los ciudadanos no se sienten representados por sus políticos, que los cambios que pedían no se les han ofrecido, que no les ha gustado la manera en la que se ha gestionado la crisis, que las reformas para luchar contra la crisis han llegado tarde y han llegado cuando el daño ya estaba hecho. El desempleo, la falta de expectativas para nuestros jóvenes, la inexistencia de oportunidades, el temor a un futuro incierto, también el movimiento 15M, evidencian el malestar que sienten los ciudadanos. Los líderes del PSOE, no han tenido capacidad para afrontar ninguno de estos retos y su consecuencia fueron los resultados electorales.

Es necesaria la definición de un proyecto que revitalice los valores de la socialdemocracia, que posibilite lanzar una nueva estrategia que marque distancias con errores cometidos, volviendo a convertir al PSOE en el gran referente de progreso que siempre ha sido. Sin embargo maticemos, no se trata de inventar una nueva ideología, pues la del PSOE es la socialdemocracia, y esa ya está inventada, lo que si se debe cambiar es la forma de practicarla, pues en las elecciones del 22M, los ciudadanos no han votado en contra de la socialdemocracia, lo que sí han hecho, es reprobar la forma en la que se ha practicado. A partir de ahora o las cosas se hacen de otra manera, o cada vez en el PSOE seremos menos, peores y más pequeños. Hay que promover a personas capaces de gestionar los intereses de los ciudadanos, aglutinando a buenos equipos de trabajo; es conocido que uno de los problemas de estos últimos años, ha sido el que muchos de nuestros cargos públicos, son personas que, sin pasar por la vida, han salido de casa de sus padres para pasar a asumir responsabilidades de gobierno. Es necesario acabar con una manera de hacer política, en la que los políticos sólo buscan apoyo clientelar y su propia continuidad en cualquier situación, pues esto es lo que perciben tanto militantes como ciudadanos. La empresa va más allá de ganar unas elecciones, se trata de mantener vivo un partido que en estos momentos necesita del aliento de todos, pues éste y no otro, es el único instrumento de transformación del que disponemos los socialdemócratas.