El rechazo de la moción de Decido e Iniciativa para rebajar el IBI a las familias con menos recursos de El Campello se ha justificado porque significaría un fraude de ley. Así lo dictaminó un informe de la Intervención basándose en un artículo de la Constitución. Es verdad que existe un defecto de forma en el planteamiento, pero también hay que reconocer que la idea tiene cierta lógica, sobre todo cuando vivimos tiempos muy difíciles que provocan verdaderas calamidades económicas a multitud de familias. Parece curioso que la mayor crítica hacia la moción haya partido del grupo socialista al tachar la propuesta de "electoralista y demagógica". No debería entrar el PSOE en criticar a un partido tan minoritario, ¿qué rédito va a obtener con ello? El rival es el PP, que de manera hábil cada vez se muestra más cercano a la edil Carratalá. No hay que olvidar que los populares gobiernan en minoría, como tampoco hay que obviar que fueron ellos los que elevaron de forma descomunal el IBI. Bien es sabida la animadversión que sienten Pepe Varó y la portavoz de Decido. Ambos han sido incapaces de ponerse de acuerdo provocando un cisma y la consiguiente ruptura del PSOE local. Sin embargo, aquellas aguas no deben mover estos molinos y quizás el principal partido de la oposición debería aprovechar más sus fuerzas en desgastar a Juanjo Berenguer. La moción de censura es una quimera, sobre todo porque negociar a cuatro bandas es casi imposible. Además, las rencillas personales, que no ideológicas, lo hacen inviable. Así que al PSOE le queda por hacer una oposición constructiva y muy crítica porque la gestión del PP no ha sido precisamente brillante, por ser finos. Así que para qué perder el tiempo con Decido.