Preguntarse si la crisis es política o económica es como preguntarse si el dolor de espalda es físico o psicológico. Política y economía mantienen relaciones semejantes a la de cuerpo y mente. Falta por averiguar si la política es el cuerpo y la economía la mente o viceversa. En todo caso, la enfermedad que padecemos es políticoeconómica, o sea, psicosomática. En las dolencias psicosomáticas importantes, un servidor es partidario de combinar la medicación con la terapia verbal. De un lado atacas el síntoma y, de otro, su origen. En esta campaña (o precampaña, ahora no caigo) se habla mucho del síntoma, pero muy poco de los agentes que lo provocaron. El problema de ver solo el síntoma es la dificultad de llega a un acuerdo acerca de su eliminación. Si vas a un médico con dolor de espalda, te recomendará, reposo. Pero si acudes a la consulta de enfrente, otro doctor te recomendará actividad con idéntica firmeza. Uno te recetará antiinflamatorios y otro te los prohibirá. Puedes acudir a la medicina natural, donde la variedad de opiniones es todavía mayor que en la de toda la vida. En medio de este caos, un día te levantas y ha dejado de fastidiarte la espalda del mismo modo gratuito con el que comenzaron los dolores. ¿Qué ha ocurrido? No sé, quizá has tenido un sueño reparador, un sueño cicatrizante, una revelación inconsciente. El caso es que el dolor se fue por donde vino tras haberte hecho gastar unas energías enormes en dar palos de ciego. La medicina, toda, debería ser psicosomática.

Mientras le doy vueltas a mi dolor de espalda, escucho por la radio un debate entre expertos en economía acerca de si es mejor, para salir del pozo, bajar o subir los impuestos. Como los médicos frente al dolor de espalda, unos afirman una cosa y otros la contraria, y todos apoyan sus argumentos en ejemplos históricos que lo mismo valen para un roto que para un descosido. Les une sin embargo una característica: la de no analizar qué clase de sueño o de pesadilla nos condujo a este desastre. No se dan cuenta además de que están hablando de política cuando creen hablar de economía del mismo modo que el político habla de economía cuando está convencido de hablar de política.