Desenvuelta faena

El colectivo La Sobreactuà se fundó en 2009 y está formado por miembros con amplia experiencia en otras compañías alicantinas. Lo dirige Tomàs Mestre, hombre de teatro muy conocido por aquí que ha puesto en pie una comedia escrita por el dramaturgo, actor y escritor de novelas Pasqual Alapont. La obra, en valenciano, va dirigida a un público juvenil y adulto al mismo tiempo. Tres tristos traumes (1998) centra su interés en unos personajes que acuden al psicoanalista para enderezar su vida. Lo lógico. Menos normal resulta que sean tres socios de la misma empresa o que se odien mutuamente. No sólo esto. El diálogo no existe, pero sí los monólogos de cada uno durante las sesiones de psicoanálisis. El especialista no tiene presencia carnal ni puede responder. Hablan directamente a los espectadores, confiesan problemas cotidianos y revelan traumas. Tres historias en una. Por cierto, las situaciones también pueden verse de forma intercalada como si estuvieran a distintas horas en la consulta. Joan Nave, Pere Sánchez y Joan Lluís Escoda acogen los conflictos, las obsesiones, donde no falta el sexo o las frustraciones. Sólo de manera dialéctica, ya que el texto de Alapont no admite otras posibilidades. El trío protagonista le saca el jugo a las palabras y pone una equilibrada teatralidad a la obra con su aceptable y desenvuelta faena. Mérito al que contribuye la fluida y certera dirección de Mestre en esta obra con sencillez escénica y que estimuló el agrado de las muchas personas asistentes. Lo esencial reside en poner el dedo en la crisis de unos seres que se replantean la vida sentimental y laboral. ¿Les suena? El espectador traspasa la pared y es testigo de estas confidencias, de los secretos y de las pasiones de otros con los que quizá pueda sentirse identificado. En la realidad no es posible. Con la magia del teatro sí lo es.