SP , la señora que decía que el amor de su vida era el Pueblo de Rojales, no se presentó al primer pleno que se celebró el día 8 de julio de 2011. Estaba en paradero desconocido y no se la pudo localizar. A día de hoy, ya ha dimitido como concejala del Partido Popular. La señora SP, que empezaba sus discursos (cuando se decidía a hablar) con la siguiente frase: "buenas noches, Rojales", ha decidido -al acabársele la paga- no portar más por este Ayuntamiento.

Me da la impresión que lo que amaba no era al Pueblo, sino que era a la paga que, de manera generosa, le caía todos los meses a costa de los impuestos de los rojaleros y rojaleras. Se me ha acusado varias veces que he criticado el sueldo que esta persona ganaba, cuando en realidad lo que he hecho ha sido comparar el dinero que detraía todos los meses en concepto de paga y el trabajo que esta señora hacía en la Concejalía de Educación. En realidad, no se complementaba lo uno con lo otro.

Es una pena que, al acabar su mandato, no haya ningún papel de los que lógicamente debería haber dejado para su posterior consulta. Parece que todo lo que se supone que ha hecho ha sido tan en secreto que no ha querido que trascienda a la actual Concejalía de Educación. Es una pena que, para hacer la Escuela de verano, aprobada por el propio PP en la anterior legislatura, la actual concejala de Educación se ha visto y se ha deseado para poder poner en marcha la actual Escuela. Esto no ha propiciado que haya un número adecuado de alumnos para este curso, pues el año pasado había 106 alumnas y alumnos. Este año, por mor de la mala gestión de doña SP, solo se matricularon 63.

Otro asunto que ha dejado sin solventar es el del Colegio público "Príncipe de España", del cual se dijo en varios plenos que en agosto del año pasado se pondría la primera piedra. Esto no solo no ha sido así, sino que de aquel asunto del colegio nunca nada más se supo.

El propio alcalde entonces aseguraba, por activa, por pasiva y por pasiva refleja que el colegio estaba a punto para ser edificado, que la Conselleria de Educación tenía apartados los cuatro millones y pico de euros que el colegio iba a costar, jactándose, además, de que eso, la gestión que él y su concejala de Educación hacían "eran hechos, no promesas".

Pero sus compañeros de partido han dejado a ambos, al alcalde y a la concejala de Educación y por extensión a todo el equipo del PP que gobernaba en la anterior legislatura, con el trasero al aire. Esto, que para unas personas del Partido Popular que han gobernado en coalición con otras del GRIP ha sido malo, no digamos lo malo que ha sido para el Pueblo de Rojales, pues esta es la bendita hora que los más pequeños, los más débiles, están todavía sin tener un centro educativo digno, moderno, en donde se pueda dar clase sin sufrir las incomodidades ni las deficiencias que acarrean asistir a un centro que cuenta con más de treinta y tres años de edad.

La señora concejala de Educación en la anterior legislatura, debería haber planteado a sus propios compañeros de viaje, en el ámbito político valenciano, que es más importante dar el servicio adecuado en Educación a los niños de este pueblo que preservar y servir de paraguas a los capitostes gubernamentales de Valencia para que no les caiga encima toda la indignación de las personas que habitamos en este Pueblo, que no es poca.