Estamos a punto de comenzar un nuevo curso. Como cada año, se plantea el tema de la opción de la asignatura de Religión. Tenemos los datos del curso pasado, publicados por la Conferencia Episcopal Española. Este curso, después de la espléndida experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud, con honda repercusión en los jóvenes y en sus familias, la petición de Religión seguramente será más abundante. Los datos del curso pasado arrojan los siguientes resultados: El dato global dice que el 71% de los alumnos escogió la asignatura de Religión. Pormenorizando en cifras dice que de un total de 4.470.191 de alumnos, optaron por la asignatura de Religión. 3.172.537 de alumnos, o sea, 3 de cada 4 alumnos. Si descendemos a los pormenores, según el tipo de centros, veremos que, en la Escuela Católica, el porcentaje de alumnos que cursaron Religión fue de 99,2%; en los centros de titularidad estatal fue del 62,7%; y en los centros de iniciativa social no católica fue del 69,6%. Si nos fijamos en la edad de los jóvenes, hay un 77% de alumnos de infantil; un 80% de alumnos de Educación Primaria, un 58,9% de alumnos de Educación Secundaria Obligatoria, y un 42,7 % de alumnos de Bachiller. Estos datos deben hacer reflexionar: La mayoría de los adolescentes y jóvenes se interesan por la Religión y la eligen, pues es una asignatura optativa. De aquí se deriva el interés que los padres, profesores de Religión y formadores deben poner para corresponder al interés de los jóvenes. La idea frecuente de que los jóvenes no tienen interés religioso, ni se preocupan por su estudio, no corresponde a la realidad que arroja estos datos.