Sabíamos ya del gusto de los norteamericanos ricos por devolver a la sociedad lo que ganaron. Bill Gates entregó su fortuna a una fundación, que engrosará con la de Warren Buffett, y estamos hablando de los ricos más ricos. Buffett, mientras, ha decidido salvar un gran banco él solito. Esa moda era vista a este lado del Atlántico como excentricidad, pero ahora llega a Europa, y millonarios de Francia y Alemania quieren pagar más al fisco para superar la crisis. Algunos dicen que al ver en peligro el modelo en el que se

han hecho ricos quieren salvarlo, y otros que es una conjura para acabar con la izquierda, arrebatándole la última bandera. En mi opinión el rizoma es el mismo (desafección al sistema) que el del movimiento de "indignados". En España, donde nació el 15-M, de momento el brote no ha prendido, y entre nuestros ricos reina tal silencio que puede oírse el vuelo de una mosca.