Los resultados de las elecciones municipales y autonómicas no pueden hablar más claro: el Partido Popular revalida su victoria con mayoría absoluta en Alicante y en la Comunidad Valenciana. La democracia real, aquella que nos permite convivir en paz y libertad, ha pronunciado su veredicto y es inapelable.

Los ciudadanos quieren trabajo, bienestar y buena gestión y no políticos que no aporten soluciones y crispen a la ciudadanía. El PPCV, capitaneado por nuestro president Francisco Camps, es la opción que ha contado con el respaldo mayoritario. En cada plebiscito más votos y más escaños en les Corts Valencianes para el Partido Popular: 55.

Por primera vez, un dirigente valenciano gana en su tercera elección consecutiva unas autonómicas con mayoría absoluta. Es la victoria de un partido que ha sabido conectar con el electorado. Hemos ganado por goleada en Alicante y se han conquistado plazas tan importantes como Elche, Dénia, San Juan, Novelda, Muchamiel o Guardamar que dejan en precaria situación a nuestro contrincante natural.

Los partidos de izquierda han sufrido un varapalo sin precedentes. Su forma de hacer oposición ha sido rechazada por la mayoría de los ciudadanos.

Por otro lado, los indignados de la plataforma 15M claman por una democracia "real" que pasa por evitar las urnas: la única forma de democracia posible. Las urnas son la voz del pueblo y eso es inapelable. Otras interpretaciones no son más que encajes de bolillos interesados. El pueblo ha hablado y ha confiado en el PP para salir de una crisis que han generado otros. Una gravísima crisis negada sistemáticamente por el partido en el Gobierno hasta que se le ha venido encima.

Empecemos a construir en positivo entre todos. Tenemos una Comunidad que va a salir la primera de esta crisis y que va a ser la locomotora de este país en muy poco tiempo: será cuando las urnas de las elecciones generales se abran de nuevo para recoger la voluntad general de todos los españoles.

Pronto llegarán el agua y el AVE a nuestra provincia. Por fin, Alicante y Elche se unirán para crear uno de los núcleos poblacionales más importantes de España (el 4º detrás de Madrid, Barcelona y Valencia). En muy poco tiempo, conseguiremos el empujón que necesita nuestra economía para volver a los niveles de riqueza y empleo que dejamos en 2004.

Zapatero ya no tiene legitimidad, ni en León, para seguir siendo presidente del Gobierno. No quiere adelantar las elecciones. Su partido no sabe si convocar unas primarias, un congreso o un viaje a Lourdes. Lo único cierto es que él, afortunadamente, no repetirá y ese es el justo pago que ha recibido por la situación creada y la responsabilidad que no ha querido asumir.

No me resisto a repetir lo que ya dije en otro momento: ¿a qué está esperando Zapatero para convocar elecciones anticipadas?, ¿a que cambie el tiempo?