En Torrevieja, por un puñado de votos, se da esta semana hasta un mitin en inglés. No es para menos porque en una ciudad donde pueden votar algo más de 40.000 almas, unas 6.000 son foráneas. No en vano, a lo largo del año, se les trata a cuerpo de rey. No hay fiesta que no organicen que no esté subvencionada y con asistencia de varios ediles del equipo de gobierno porque, ya se saben, las elecciones no se ganan en 15 días, se ganan en cuatro años.

El "mitininglis" lo va a dar el Partido Popular mañana (centro cultural Virgen del Carmen, 18.30 horas) y aún no saben quién. El jefe de campaña, Joaquín Albaladejo, asegura que va a arrastrar a más personas que el del PSOE el pasado sábado, que llegó con la ministra Pajín como escaparate de primera fila. Por cierto, mientras ella hablaba de crisis y ahorro un chófer aguardaba adormecido, con el sillón reclinado, el motor en marcha y el aire acondicionado a todo meter. Así es esto de la política.

El Partido Popular en Torrevieja es una máquina perfectamente engrasada que se ha echado a la calle no a ganar votos, sino a no perderlos no sea cosa que el mensaje del resto cale. Pisan la dura calle, sin corbatas y con las camisas remangadas. ¿Qué quién se lo ha enseñado?, probablemente Domingo Soler, otrora maquiavelo de las campañas populares y ahora la oveja negra de la política popular local. "A mí me tienen miedo. ¿Cómo se entiende que Gerardo Camps me dedique su tiempo en un mitin en el Auditorio?, ¿no tenía otra cosa que decir?", aseguraba relamiéndose de gusto ayer, horas antes de presentarse ante sus correligionarios en el Teatro Municipal.

¡Ah!, ¿no lo saben?, el Teatro Municipal no figura entre los lugares donde se puede mitinear en Torrevieja pero el Ayuntamiento y Hernández Mateo se lo han cedido ¿gustoso? para evitar que utilice la negativa como un bumerán contra Eduardo Dolón. El candidato del PP, pese a ser durante los últimos ocho años concejal de Cultura y de Festejos; es decir, de todo tipo de "saraos", que se los ha currado con su asistencia de lunes a domingo las 24 horas del día, ya fuera un concierto o una misa, ha empapelado la ciudad con su imagen. Es difícil girar una esquina y no saludarlo o subirse a él; es decir, a cualquiera de los autobuses que se pasean con su rostro de niño que no ha roto un plato. Al PP ya sólo le hace falta la carpa. Muchos dicen que al final la habrá. ¿Sorpresa?

El socialista Ángel Sáez sigue con más moral que el Alcoyano. Dio un mitin el sábado de notable alto si se tiene en cuenta que era el primero y, ¡qué coincidencia¡ está repartiendo publicidad en los mismos sitios que Eduardo Dolón. ¡Si hasta se han hecho una foto juntos! Lo que se ve en las calles garantiza que habrá buen rollo la próxima legislatura, que falta hace. Ahora bien, el PSOE está despertando del estado de letargo y amnesia en el que ha permanecido los últimos cuatro años. Si cree que ya está bien de corrupción y de despilfarro -y su candidato está dando ejemplos allá donde va- tendrá que cambiar de gesto. Tiene que parecerse más a Morinho y menos a Guardiola.

Los más originales de esta campaña, como siempre, son Los Verdes e Izquierda Unida. Los primeros se están pateando literalmente las urbanizaciones y van cargados con todas las iniciativas, ideas y reivindicaciones que han presentado en sucesivas mociones a pleno, lo que no ha servido para nada porque el PP ha impuesto su martillo chafándolas una a una. "La gente ya nos conoce, sabe lo que vamos a hacer", comentaba José Manuel Dolón camino ayer al mediodía de la urbanización Los Balcones donde le esperaban los suyos. "¿De dónde vamos a sacar los votos?, de la gente del PSOE y de los desencantados del PP". Dolón prepara tres mitines de campaña y una fiesta de cierre. Cree que tiene garantizado los dos ediles y que la gestión y sus denuncias le dará para tres o... ya veremos. Sabe que en La Mata -la pedanía que fue el germen de Torrevieja- se juega su prestigio, como el resto, aunque no irá con las bolsas del comercio de Torrevieja, que es lo que lleva el PP, o con la sonrisa de Ángel Sáez. Cada uno hace la guerra por su cuenta. Pero de todos es Martínez Andreu el que tiene las ideas más claras. Se ha ido a la cola del paro de Torrevieja. Lo va a hacer todos los días y allí reparte su programa en busca de votos. Sin duda, con la que está cayendo, es uno de los mejores lugares para leer... mientras que se aguarda algún empleo. Y, a todo esto, ¿qué hace Hernández Mateo? Nadie lo sabe. En el PP callan y hay opiniones que son un poco de todo. Hay quien asegura que no se le ve por el partido desde hace días. Otros, aseguran, que es como haría cualquier papá que, sabedor de su experiencia, está aconsejando a su delfín.