La campaña ya está donde el PP quiere -con la mayoría de los ciudadanos pasando- y donde el PSOE temía -con sus votantes dudando entre la playa y el campo el 22-M- Los populares tienen claro que lo que más les interesa es la desmovilización, dado que sus partidarios suelen ser más disciplinados cuando son llamados a las urnas; y los socialistas ya andan, de puro desespero, llamando al voto útil y agitando el espantajo de la derechona, con la esperanza de que cale el mensaje y sus votantes tengan a bien socorrerles del desastre que casi todos les vaticinan. Nada nuevo, como pueden ver, en las estrategias que convocatoria tras convocatoria siguen los dos partidos mayoritarios, empeñados en hacer más caso del manual de campaña que de los problemas reales de los ciudadanos. Así les va a ellos... y así nos va a nosotros.