Fue en mayo de 2007, lo recuerdo perfectamente, estábamos en casa un grupo de amigos, llaman a la puerta, es un señor con poco pelo, bien vestido, traje, corbata, zapatos, todo italiano creo; nos anuncia una buena nueva, no, no es testigo de Jehová, es católico y muy católico, le invito a pasar y nos comunica que ha decidido regalar 4.000 ? a todas las familias que tengan una hija o hijo. Posteriormente me entero que al igual que los Reyes Magos en la noche del 5 de enero, este señor recorrió todos los hogares de la Comunidad Valenciana para ofrecer tal magnifico regalo. Yo no estoy en edad de eso, pero muchas parejas jóvenes decidieron tener descendencia sabiendo que podrían comprar pañales, biberones, el carrito de paseo, etc. Calculen la magnanimidad del visitante si multiplican los nacidos durante cuatro años, por los 4.000 ? a abonar. No se ha sabido más, engañó miserablemente a los valencianos. Un timo, como el de la estampita. Ahora, me dicen, que el citado y trajeado señor ha aparecido de nuevo para hacer otras promesas, no se cuales, pero hay que tener valor para presentarse ante los valencianos con el dinero que nos debe. Si llama a la puerta esta vez no le abro.