Una de las herramientas imprescindibles para técnicos/as y políticos/as es el plan. Mediante este modelo se sistematizan las actuaciones públicas anticipadamente para después dirigirlas y encauzarlas. Se trata pues de un documento que en principio debe ser una hoja de ruta para su cumplimiento, pero solamente en principio, y digo esto porque el plan a menudo se convierte para algunos políticos en un viaje a ninguna parte. Muchos de nuestros políticos actuales ven en esta estrategia un púlpito desde el cual ocultar con grandes palabras su ineptitud o simplemente, y esto es peor, su apoltronamiento y desgana por trabajar.

En esta legislatura hemos visto como nuestra alcaldesa y sus concejales anunciaban a los cuatro vientos la presentación de distintos planes que solo buscaban enmascarar su inactividad y que podemos dividir en dos: los que se anuncian y nunca ven la luz y los que se escriben primorosamente para no cumplir ni uno solo de sus epígrafes. Eso sí, si se pueden encargar a otra administración o empresa externa y pagar por ello mejor, que los funcionarios debemos ser tontos.

Entre los primeros destacan el Plan de Dinamización Turística, que se presentó hasta en tres ocasiones, el Plan de Movilidad Urbana, el Plan de Vivienda Joven, el Plan de Revitalización del Palmeral, el Plan de Empleo, el Plan de Igualdad presentado en cuatro ocasiones, etc.

Y entre los segundos el Plan de Inmigración, el Plan Contra la Violencia de Genero, el Plan de Participación Ciudadana, etc.

La lectura de estos Planes, de los que existen, claro, es realmente apasionante ya que las lineas que se marcan son dignas de elogio, pero que con el paso del tiempo se han quedado solo en eso, en pura y dura literatura. Y es que a la hora de realizar planes lo primero que debe hacerse es presupuestarlos, puesto que si no se hace es completamente imposible llevarlos a cabo y todo se convierte como por arte de magia en papel mojado.

Así hemos visto como el Plan de Inmigración se deshacía en las manos ya que se ubicaba en una Concejalía cuyo presupuesto es irrisorio.

Hemos visto como el Plan de Participación ciudadana se diluía porque lo que menos les interesaba era que la ciudadanía realmente participara.

Hemos visto, y esto es lo más doloroso, que al Plan Contra Violencia de Genero no se le dotaba ni de presupuesto ni de personal y que si se ha cumplido solo en un 25% ha sido únicamente gracias a los técnicos/as municipales implicados en el proyecto que se han dejado la piel en su trabajo. Hemos visto como el Plan de Absentismo Escolar, tan necesario en nuestra ciudad, no ha servido absolutamente para nada ya que adolece desde su creación de las herramientas que faciliten su cumplimiento así como de la clarificación de las competencias de las Concejalías implicadas.

Así podríamos seguir citando algún que otro Plan Municipal que para lo único que se han utilizado, por parte del equipo de gobierno, ha sido para salir en la consabida foto y largar el hueco discurso de turno en la rueda de prensa pertinente que a todos les precedió.

Lo triste de esta situación no sería tanto el incumplimiento sistemático de estos planes como que estos debieron nacer con la firme voluntad de solucionar problemas reales de la ciudadanía, siendo algunos de ellos lacerantes, y bien porque el dinero debía de ir a parar a gastos innecesarios, bien por la desgana de nuestros gobernantes, nunca se llevaron a cabo.

Con todo esto, hoy me resulta bochornoso tener que escuchar de la alcaldesa de Orihuela que para la próxima legislatura vuelve a la carga con los planes y nos presenta uno más: el Plan por el Empleo que, eso sí, ahora le cambiamos el nombre y volvemos a vender humo durante otra legislatura. Claro, que si lo presenta para la siguiente, debe ser que en la actual no hacia falta hacer nada en favor del empleo. Indignante.

Desde el PSOE tenemos la convicción de que los planes municipales son extremadamente necesarios, que son instrumentos imprescindibles para el buen gobierno de una ciudad y solo desde ellos se pueden afrontar las distintas problemáticas desde una concepción global. Pero para ello se deben realizar bajo las premisas del realismo y del convencimiento de su utilidad, siempre presupuestandolos de antemano y reflejandolo en los presupuestos municipales para que los objetivos marcados puedan ser cumplidos huyendo de frases rimbombantes y literaturas huecas.

No seria justo sin embargo, no felicitar al equipo de gobierno y por ende a la alcaldesa de Orihuela por su actuación en un Plan que sí han cumplido de manera integral. Un Plan casi perfecto para engañar a muchos/as oriolanos/as en materia de basuras. Lástima que no ponderaron las variables y que entre ellas aparecían la policía y la justicia.