Pasados dos meses de la tan esperada apertura del nuevo Hospital del Vinalopó (que no Hospital Mas Magro), creo que desgraciadamente la pregunta se está convirtiendo en pertinente. Los usuarios del nuevo flamante centro hospitalario se encuentran en su mayoría desconcertados, lo que en su imaginación esperaban que fuera un "gran paso adelante" en la asistencia sanitaria de la zona se está convirtiendo para muchos de ellos casi en una terrible pesadilla.

Los fallos de organización, coordinación e incluso la competencia del personal y la dirección del centro están cada día siendo más evidentes. Nos intentaron convencer de que este sistema de asistencia pública por empresas privadas era lo mejor y lo más barato del mundo. Las ventajas incontestables:

¥Habitación individual (eso sí, siempre que tengas habitación)

¥Los últimos avances en maquinaria hospitalaria (útiles sólo cuando tienes el personal adecuado a su frente para manejarlos)

¥Interconexión informática con el centro de salud (pero al parecer no con los otros hospitales y centros de especialidades)

Para empezar, la selección del personal fue de lo más espectacular, se montó un verdadero circo de solicitudes, exámenes, reuniones, perfiles profesionales, etc. para al final ver como, no se sabe bien porque extraña regla de selección (o si se sabe), hemos acabado viendo peluqueras con estetoscopio al cuello o ingenieros agrónomos entre las probetas de los laboratorios de análisis clínicos.

Los ciudadanos pensaban que con el nuevo hospital se les había ascendido a ciudadanos de primera y ya no tendrían que soportar las largas esperas en urgencias hasta obtener una habitación en planta, pero las esperas siguen siendo igual de largas, "para que quiero tener la posibilidad de estar con el familiar en una habitación individual si no tengo la cama para el paciente que es lo realmente importante".

Con las historias reales ocurridas en estos dos últimos meses (sólo de mi entorno cercano) se podrían escribir libros enteros. Desde el paciente que ingresa con un cuadro de cardiopatía y no es atendido por un cardiólogo hasta 24 horas después porque "al no tener cama disponible no se le ha realizado el ingreso y por lo tanto no puede verlo el cardiólogo". Hasta el paciente que ingresa con una fisura en el uréter y después de 2 días de intenso sufrimiento es dado de alta con las disculpas directas del urólogo porque el personal auxiliar le ha producido por pura incompetencia más daño del que traía. Pasando por los pacientes que han perdido el tiempo en las consultas porque su historia clínica no estaba en el hospital o porque el especialista que le está tratando no es el adecuado ya que la plaza de la especialidad no está todavía cubierta.

El que me conoce sabe que no soy de los que abominan de la iniciativa empresarial por dogma, pero en el caso de la atención sanitaria, desde un principio he sido escéptico de los resultados que para el paciente iba a dar esta privatización de la sanidad en nuestra área. La sanidad privada, bien pagada es excelente, pero cuando mezclas el servicio gratuito de la sanidad pública con la gestión privada, el resultado puede ser catastrófico.

¿De donde va a sacar una empresa privada para que con el mismo coste por paciente que teníamos se pueda pagar la gran inversión que supone un hospital nuevo y ganar dinero, que al fin y al cabo es su cometido?

Yo sinceramente creo que la idea de que todo esto saldrá de una mejor y más eficiente organización es una patraña para mentes crédulas, yo creo que todo esto saldrá de equipos de profesionales peores y mal pagados y de recortes en la asistencia al paciente que poco a poco iremos viendo cómo se suceden.

Por eso me pregunto en serio: ¿Mejoramos a empeoramos?