Alcalá del Valle, Carnota, Monforte del Cid, Caspe, Candeleda, Macael o Benaguasil son pueblos y ciudades españoles con más de cinco mil habitantes. Antena 3, con esa fábrica especializada en tontunas populistas llamada Gestmusic, mamá de infamias de mucho calado y ambición como la sucia academia de Operación Triunfo y sus perfectos desconocidos, estrenó el domingo Megaplayback. Pretende ser un programa blando, tan blanco como la leche, eso que se conoce como programa para toda la familia. Siempre, quede claro, que la familia tenga el nivel adecuado de exigencia para entretenerse con la tele encendida frente al sofá, que dicho sea sin desprecio ha de ser mínimo. El invento de la noche del domingo es un Grand Prix del año 2010. Pero sin vaquilla, por ahora, y sin Ramón García. Lo cierto es que en Megaplayback se juega el honor de un pueblo.

El barrendero, la cocinera del colegio, los carteros, las maestras, el policía local, el nene de la Mari que tiene tanto arte, quizá el médico, tal vez el alcalde, es posible que el cura, las fuerzas vivas y las fuerzas en retirada, como esa mujer mayor, muy mayor, que se puede mover al ritmo de Lady Gaga, Melendi, o la clásica Gloria Gaynor y su siempre estimulante Sobreviviré. Eso es Megaplayback, una coreografía multitudinaria que va recorriendo los rincones destacados de la población mientras la gente hace como que canta e intenta moverse a las órdenes del improvisado director aunque mucha gente no sabe lo que es un mega ni un play ni un back, y mucho menos un megaplayback, pero eso no importa, lo que importa es enseñar el pueblo, tratar de ganar, llevarse el premio, salir en la tele, echar un rato. Y eso, la verdad, no hace daño a nadie. Ni a la vaquilla.