Decir que los pilotos están hechos de otra pasta que el resto de los humanos puede sonar a tópico, pero ellos se encargan de demostrarnos contínuamente. Éste es un deporte de riesgo y todos los pilotos lo tienen asumido. Son conscientes de que se pueden hacer mucho daño. Cuando uno se cae de la moto a 180 kilómetros por hora su cuerpo no recibe caricias. Que alguien apenas diez días después de haber salido de la UCI de un hospital con dos vértebras lumbares fracturadas se desplace hasta Alemania soportando fortísimos dolores para participar en esta carrera, es algo increíble. Esto fue lo que hizo Nico Terol, pero por desgracia los dolores se incrementaron y le impidieron montarse en la moto y tuvo que regresar a Barcelona, donde hoy ingresará en la Clínica Dexeus para someterse a nuevas pruebas.

Y que decir de la hazaña protagonizada por Valentino Rossi. Con la tibia y el peroné fracturados, no podía andar sin muletas, cuando prácticamente ya tiene el campeonato perdido, consciente de lo mal que está llevando la afición su ausencia, decidió correr y acabó cuarto. Una lesión como la suya para cualquier deportista de otra modalidad hubiese significado estar como mínimo una temporado alejado de la competición. A él se le pronosticaron seis meses de recuperación y tan solo seis semanas después de su accidente tuvo arrestos necesarios para luchar hasta final de la prueba por una plaza podio con todo un campeón del mundo como Casey Stoner.

Nico ha acumulado sendos ceros en su puntuación para el campeonato en las dos últimas carreras y tras el abandono por caída de Pol Espargaró en Sachasenring, Marc Márquez ha dado un paso de gigante para proclamarse campeón. Es indiscutible que hoy por hoy el joven piloto leridano es el mejor de la categoría.

Ahora el campeonato en 125 tiene un mes de parón. Confiemos en que el alcoyano se recupere totalmente.