Se celebra hoy la Jornada Nacional de Responsabilidad en el Tráfico. Se nos invita a reflexionar sobre este tema, que afecta a los conductores de vehículos, a los peatones y a todos los usuarios de la vía pública. El objeto de la reflexión es la "responsabilidad en el tráfico". Y es aquí donde se plantea el problema: cómo se interpreta esta "responsabilidad". Hay usuarios de la vía pública que entienden la "responsabilidad" como habilidad para evitar las multas por infracción, o sea, no les preocupa tanto saltarse las normas como hacerlo de tal manera que no lo cojan "in fraganti", y le castiguen. La "responsabilidad en el tráfico" tiene un significado, ante todo, moral. Significa que el usuario de la vía pública tiene la obligación de cumplir las normas para evitar cualquier daño a su prójimo, y ayudarle en caso de necesidad. Además, tiene un significado social e incluso religioso, porque es un comportamiento exigido por la vida social, de lo contrario no se podría circular, y exigido también por el Mandamiento de la Ley de Dios, que nos manda "amar al prójimo", o sea, respetarlo y no hacerle daño, e incluso ayudarle en caso de necesidad o accidente. La responsabilidad abarca también la "puesta a punto" del vehículo y del usuario, para que no se produzcan accidentes. Esto exige no ponerse al volante cuando personalmente no se está en condiciones o cuando el vehículo no funciona bien. Finalmente, la responsabilidad exige evitar ciertos comportamientos del conductor que son peligrosos, como el uso del teléfono móvil mientras se conduce, el abuso de alcohol, el exceso de velocidad, etcétera. La Jornada Nacional de Responsabilidad en el Tráfico es una ocasión excelente para revisar los propios comportamientos en la vía pública, corregir los fallos, que se hayan cometido, ajustar la propia vida, en este campo del uso de la vía pública, a las exigencias de las normas establecidas para el bien de todos. Afortunadamente, las cifras de víctimas mortales y heridos por accidentes en la vía pública van disminuyendo, lo cual significa que va creciendo la responsabilidad de todos los usuarios de la vía pública. Sigamos creciendo en este ejercicio de "responsabilidad en el tráfico".