Los dos eran hermanos y los dos fueron grandes poetas. Manuel y Antonio Machado vivieron y escribieron juntosÉ Pero quiso la historia equivocarse y fue a hacerlo en nuestro país. Y, así, una terrible guerra civil dividió a los españoles.

Los Machado también padecieron aquel enfrentamiento. Manuel apoyó a los vencedores y quedó en Madrid. Antonio se exilió a FranciaÉ

En estos días se debate en Cataluña si han de seguir celebrándose las corridas de toros y algunos tremendistas ven en ello nuevamente un intento de separar a los españoles.

No lo creo. Al contrario. Se trata de un camino a recorrer juntos y estamos sólo en la salida, ante una puerta que, de abrirse, nos asomará a una nueva era.

Dicen los matadores que participan en el debate abierto, que las corridas son un arte hecho por artistas. Hablan de la vocación de ser torero.

Supongo que de ser así, no les importaría hacerlo sin cobrar... ¿No?

Argumentan también que los animales no sufren daño alguno en la lidia.

Para ellos, al parecer, clavarles unas banderillas, una lanza llamada pica, una espada de arriba abajo, un posible descabello y, por si todavía lo anterior falla, cortarles con una puñal la vida, debe ser cosa menor aunque, eso sí, todo ello acabe con la vida del animalÉ En fin. Por otro lado, añaden que la sangre sobre la arena, el cortarle las orejas, el rabo y, si se puede, dar la vuelta al ruedo saludando con los atributos del animal sobre la mano, se llama lírica, estética, cultura, tradición y no se cuantas cosas másÉ Es lo que tiene el castellano, libertad de términos para designar lo que simplemente es maltrato.

En fin que, ahí andan todos ellos exponiendo cuantos argumentos pueden ante el Parlamento, en espera del veredicto final.

Y, así, si los toros persisten, Cataluña habrá perdido una oportunidad de oro para convertirse en un faro que nos ilumine el camino a seguirÉ Pero, si da un paso adelante y finalmente los prohíbe, será más España que nunca porque nos representará a muchos de los que estamos en contra.

Pero, no se preocupen que, ocurra lo que ocurra, será, como siempre, el tiempo quien dé o quite la razón, como ocurrió con los hermanos Machado a los que me refería al principio.

Así, Manuel estuvo apoyado por el anterior régimen pero, hoy muere olvidado. Y Antonio murió de pena en el olvido pero, hoy vive siempre recordado.

Por cierto que, el primero era un gran aficionado a los toros y, sin embargo, a Antonio Machado nunca le gustaron las corridasÉ

Nota: En las pasadas Hogueras estuve en la mani anti taurina de Alicante y comprobé cómo cada vez más personas, tranquila y pacíficamente, decían no a la "infiesta" nacional.