Que el Gobierno de Camps discrimina sistemáticamente a Alcoy y su comarca no es ninguna novedad. Ocurre así desde hace años. Pero no por sabido es menos indecente. Si gobernar es decidir, el Partido Popular ya lo ha decidido: a los ciudadanos de l'Alcoià, ni agua. Resulta tan sorprendente como incomprensible que la Generalitat no apueste lo más mínimo por una de las comarcas con mayor potencial de desarrollo económico y generación de riqueza de toda la Comunitat Valenciana.

No, no es un tópico ni un lugar común. La última prueba la encontramos en la Estrategia Territorial de la Comunitat. En este documento de ordenación del territorio diseñado por la Generalitat para los próximos 25 años se excluye a nuestra comarca como zona de actuación prioritaria. Dicho en otras palabras, el Gobierno de Camps no confía en las posibilidades de nuestra comarca para convertirse en motor de crecimiento y creación de empleo.

Según la propia Generalitat Valenciana, la Estrategia Territorial recoge 25 objetivos, 100 metas, 225 propuestas y más de un millar de actuaciones con incidencia directa sobre el territorio. Ni Alcoy, ni Cocentaina, ni Muro, ni ningún otro municipio de la comarca están incluidos en el documento. Ninguno. Será porque, a juicio del PP, ninguno de ellos merece convertirse en nodo de actividad económica.

Entre los requistos exigidos por el Consell para que una ciudad sea considerada como zona de actuación prioritaria destaca la existencia de infraestructuras adecuadas y de suelo industrial disponible. La primera asignatura está prácticamente superada gracias a la inminente finalización de la autovía central, una inversión realizada por el Gobierno de España que reducirá notablemente la distancia que separa Alicante y Valencia.

La otra asignatura pendiente será más difícil de aprobar. Diez años después de que el PP de Alcoy, primero con Miguel Peralta y después con Jordi Sedano, calificara de "prioridad" la creación de suelo industrial en la ciudad, estamos donde estábamos. El proyecto del parque empresarial de La Canal continúa en el limbo y, lo que es peor, no tiene visos de convertirse en realidad a corto plazo.

Ahora vemos cómo la incapacidad del Gobierno popular de Alcoy y la falta de peso político de su alcalde en Valencia provoca que nuestra ciudad sea excluida como zona de actuación preferente en la Estategia Territorial de la Comunitat. Y eso no es ninguna broma. Nuestros empresarios no podrán acogerse a regímenes preferentes de tramitación, ni a ventajas fiscales ni a las exenciones de cargas urbanísticas previstas en la legislación.

Alcoy no es una prioridad para Camps. Eso es más que evidente. Pero parece que nuestra ciudad tampoco es una prioridad para Sedano. El alcalde, sumido en mil y una batallas internas, es incapaz de defender los intereses de nuestra ciudad ante otras administraciones gobernadas por su propio partido. En la Generalitat es un cero a izquierda. En la Diputación, un soldado más del batallón formado por Ripoll para atrincherarse en Alicante y, de paso, mermar la escasa credibilidad política que le pueda quedar a Camps.

Alcoy no merece un alcalde que permanece callado, impasible ante la política discriminatoria que aplica Camps y su Gobierno en nuestra comarca. Alcoy, con la colaboración del resto de municipios de nuestra comarca, debe liderar la recuperación económica de la zona, especialmente ahora, en tiempos de dificultades. Y es que, a pesar del PP, entre todos saldremos adelante. Estoy convencido.