El Congreso de los Diputados ha convalidado el Real Decreto Ley de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo. Un conjunto de medidas impulsadas por el Gobierno cuyo fin último es contribuir a la reducción del desempleo e incrementar la productividad de la economía española; y que modifican un modelo laboral que, como ha expresado el presidente Zapatero, "ha devenido en antiguo e ineficaz y genera graves problemas para los trabajadores, para las empresas y para la propia economía". Con él se persiguen tres objetivos esenciales relacionados con las principales debilidades manifestadas por el marco laboral sustituido.

El primero es reducir la dualidad de nuestro mercado de trabajo; una circunstancia que, lejos de ser un problema teórico, es una grave anomalía manifestada en el hecho de que cada mes se firman 1,2 millones de contratos de trabajo en España, el 92% de los cuales son temporales; lo que ha provocado la existencia de 15 millones de trabajadores con contratos indefinidos y cuatro millones (han llegado a ser más de seis) que encadenan contratos temporales, que no tienen estabilidad y cuyo horizonte laboral y personal es, como mínimo, incierto cuando no angustioso.

Para corregirlo, el Real Decreto defendido por el ministro Corbacho contiene medidas dirigidas a restringir el uso injustificado de las modalidades temporales de contratación. En esa dirección apuntan la limitación temporal máxima de los contratos por obra o servicio; los límites al encadenamiento sucesivo de contratos temporales y la penalización de la contratación temporal encareciendo su indemnización. Además, introduce notables cambios en la regulación del contrato de fomento de la contratación indefinida, ampliando su ámbito de aplicación y reduciendo las cantidades a abonar por las empresas en caso de extinción, sin que ello afecte a los derechos de los trabajadores que permanecen inalterados. Lo que, sin lugar a dudas, supone un atractivo e incentivo para la contratación indefinida.

El segundo objetivo, viene representado por la necesidad de reforzar los instrumentos de flexibilidad interna en la empresa; se persigue que durante las situaciones de crisis económica se reduzca el recurso a las extinciones de contratos, favoreciendo la adopción negociada de medidas de reducción temporal de jornada. Un instrumento para facilitar el ajuste de la empresa a las necesidades cambiantes del mercado, que proporciona al trabajador un alto grado de seguridad, ya que con ella se conserva el puesto de trabajo y se mantiene el nivel de ingresos económicos, como consecuencia de la protección dispensada por el sistema de protección por desempleo. En resumen, pretende dejar el despido como última opción facilitando la posibilidad de reducir transitoriamente las horas de trabajo. Es lo que se ha dado en llamar, el modelo alemán.

El tercer objetivo, va en la dirección de aumentar las oportunidades de obtener un empleo a los colectivos con más dificultades, los jóvenes hasta 30 años y los mayores de 45 años, con una permanencia prolongada en el desempleo. Con ese fin, se bonificarán las cuotas empresariales a la Seguridad Social para las contrataciones indefinidas de personas de entre 16 y 30 años desempleadas durante más de 12 meses y sin escolaridad; para trabajadores de más de 45 años inscritos en el paro 12 meses, y para las empresas que transformen en indefinidos contratos formativos y de relevo. Además se introducen mejoras sustanciales en la regulación de los contratos para la formación que desde ahora tendrán como incentivo una bonificación total de las cotizaciones sociales a la vez que se reconoce la prestación por desempleo a su término, derecho que no existía antes.

En definitiva, los socialistas estamos convencidos de que nos encontramos ante una reforma equilibrada y razonable, que mantiene intactas las condiciones de los contratos ya suscritos, que flexibiliza el mercado de trabajo sin abaratar el despido, sin debilitar la negociación colectiva y que, no supone merma para los derechos de los trabajadores. Una reforma del mercado de trabajo que contribuirá a aumentar la productividad y la competividad de nuestras empresas pero que, tan importante o más, ayudará a evitar la excesiva temporalidad y a la creación de empleo estable.