Desde el primer momento me ha parecido el nombramiento de Miguel Hernández como Síndico del Oriol un despropósito, pero cada día que pasa lo veo con peores perspectivas, si bien es cierto que considero bueno cualquier honor con el que distingamos a nuestro poeta universal, también lo es que creo que se deben otorgar las distinciones, con la mayor dignidad posible, algo que en este caso no se da. La historia de nuestro poeta, está escrita y casi todos conocemos sus vicisitudes, así como el trato que se le ha dado en Orihuela. Cuando por los años 70 se le puso nombre a la calle donde vivió, que no donde nació, fue en primer lugar porque aquella calle no tenía nombre y porque en la que nació ya tenía un nombre intocable. Se instituyó también su premio de poesía por un alcalde que aún no siendo de la Democracia, reunía los requisitos de bonhomía para hacerlo. Posteriormente vientos favorables hicieron que se adquiriera la casa donde vivió y fue después de la muerte de Josefina Manresa cuando los herederos, muy jóvenes e inexpertos, pero con gran voluntad y nula mala fe, se acercaron a Orihuela depositando en ella varios enseres, cuadros y documentos, para entregarlos a la Fundación Miguel Hernández, promovida por el Consell.

En ese momento, empezó el despropósito, los incumplimientos y el desastre de la actual situación. Los documentos, cuadros y enseres depositados en San Juan de Dios, en tiempos del alcalde Medina, fueron pisados, maltratados y estropeados. En la Fundación impusieron a un director en contra del criterio de los herederos, no se cumplió lo estipulado en los fundamentos, a pesar de que siempre ha dejado tácitamente la familia que fuesen utilizados elementos de su propiedad sin que Orihuela pagara nada, luego se ha intentado desde la Fundación y desde la Corporación registrar a su nombre elementos "hernandianos", aún a sabiendas de que eran propios de la familia y ésta tuvo que oponerse gastándose el dinero para ello. Después, a la llamada de alcaldesa, volvieron a venir los representantes de la familia, trataron de un convenio, lo firmaron, después la Corporación no lo cumplió y, en el colmo de los despropósitos, van a Elche, allí, dice su alcalde, delante de los máximos representantes oriolanos: "Miguel Hernández, ese poeta de Elche, nacido en Orihuela" y se lo tragan. Después desde la Concejalía de Cultura dicen también del legado hernandiano que "Como está a 20 minutos de Orihuela" ¿Nuestro Ayuntamiento no ha hecho nunca ofrecimiento alguno a la familia, que se pueda ver o saber, para adquirirlo? : No, porque llevan muchísimo tiempo despreciándola. La Fundación en la que dicen que invierten tanto dinero, efectivamente, según quien la dirige, lleva gastados seis millones de euros de 2002 a 2009; sin embargo, el legado sigue en Elche y estoy seguro que allí se quedará pues ese fue el compromiso de su viuda y sus herederos, que son respetuosos con su voluntad. Así lo harán, a la vista del desinterés oriolano.

Para colmo, encima de los empujones, los desprecios, los incumplimientos y el maltrato, vienen ustedes ahora como unas inocentes criaturas a proponer honores que ni en su vida ni en su muerte fuimos capaces los oriolanos de darle. Como última reflexión les digo que con menos de dos millones de euros, de los que se han gastado al menos con dudosa eficacia en la Fundación oriolana, tal vez en mandar unas poesías de Miguel en un cartucho a la luna, como pretenden, hubiésemos tenido el legado hernandiano para 20 años en Orihuela en las mismas o mejores condiciones que estará en Elche por la desidia del equipo de gobierno.

Por todo ello sería por lo menos mas justo no haber presentado en al pleno el nombramiento de Miguel Hernández como Síndico por ninguna opción política, menos aún si tenemos en cuenta que no se le ha dicho nada de esto a la familia, ni tan siquiera lo que representa el cargo, pues da la impresión que aquí, los honores los damos como aleluyas. Ahora nombramos al Rey, si no, a Miguel Hernández, y si no, pues ya veremos, que no viene el Rey, que venga el Príncipe, o la Reina o su prima, o cualquier heredero de quien sea, que los honores de Orihuela cotizan muy alto en las bolsas mundiales. Que barbaridad, que barbaridad, que barbaridad, y al final, con que el "Pájaro" salga, pues ya está.