Se celebra hoy, en la Iglesia, la fiesta del Corpus. Este día va unido tradicionalmente a la Jornada de Cáritas. Esta unión se remonta a la primitiva Iglesia. San Pablo relata, en su Carta a los Corintios (1 Cor. 11), que la celebración de la Eucaristía, es esta comunidad cristiana, coincidía con el "ágape" o cena de los pobres de la comunidad. Y de ahí deriva una serie de reflexiones teológicas. La Eucaristía es comunión de amor y de vida de Cristo con los cristianos que la reciben. Esta comunión se convierte en solidaridad con los necesitados. Los consejos del Apóstol para que no se quebrante esta solidaridad siguen teniendo hoy la máxima actualidad. La labor social de Cáritas, en medio de la terrible crisis económica que sufre España, es impresionante. Atiende a los que necesitan una alimentación básica (bocadillos y refrescos); hace un seguimiento semanal de las personas sin recursos (familias completas, familias monoparentales, jóvenes, ancianos y niños); ayuda a los transeúntes, atiende a los impagos de recibos básicos, medicinas, transportes, pernoctación de personas sin techo, facilita las gestiones para conseguir un puesto de trabajo a los que lo solicitan, etcétera. En la Memoria de Empleo, presentado recientemente en Madrid, se dice que Cáritas atendió el año pasado, en toda España, a más de 95.500 personas, de las que 14.576 consiguieron acceder a un puesto de trabajo (Vida Nueva nº 2.706). Toda esta inmensa labor es posible porque son miles de voluntarios que se ofrecen a Cáritas para llevar adelante esta obra caritativa, y, sobre todo, porque los fieles cristianos, en sus parroquias o en los centros de Cáritas, hacen sus donativos en consonancia con sus posibilidades y generosidad. Cáritas Parroquial de la Concatedral de San Nicolás de Alicante ha dado las gracias, en hoja pública, a cuantos han dado su ayuda a este Centro para los más necesitados. Copio solamente la cantidad total de ayudas entregadas: 31.575 euros. Sirva de estímulo para la práctica de la solidaridad de todos.