El Ayuntamiento de Orihuela se ha dejado arrastrar en un tema muy delicado por el exceso de algunos de los que gobiernan y de otros que lo intentan. De otro modo no se entiende cómo hemos terminado por decir "no" en un pleno a algo sobre Miguel Hernández. Un nombramiento que el viernes será "sí" por imperio de la mayoría y de que hago lo que me pasa por... que, en muchas ocasiones, es como acaban las discusiones en los municipios. Se levanta la mano y ganan los que manda, que para eso están. No, sobre el poeta tampoco hay consenso después de que la oposición intentara meter en un aprieto al PP con una propuesta que no le correspondía: la del Síndico Portador. Que al poeta hay que rendirle pleitesía este año nadie lo duda, pero utilizarlo para colar de rondón a su nuera, Lucía Izquierdo -a través de sus hijos- en un acto de tanta significación para los oriolanos como el Día del Pájaro, cuando ésta no se habla con nadie del equipo de gobierno y les ha prohibido utilizar su imagen si antes no pasan por caja, pues va a ser que no. Y por ahí no pasó ni Mónica Lorente, ni Pepa Ferrando, que son las que llevan los galones de todos estos asuntos. Ahora bien, meter al Rey de por medio asegurando que lo habían invitado este año a Orihuela y a ser Síndico Portador, cuando un documento de la oposición ha desvelado que no era así -y nadie del equipo de gobierno lo ha desmentido-, pues bastante menos.

Y ustedes dirán que qué pinta en todo ésto Mancebo. Pues que es el único que ha demostrado algo de lógica, que ha sabido diferenciarse de unos y de otros y, por una vez, decir las cosas por su nombre: que con tanta polémica se ha dejado al nombramiento de Síndico Portador por los suelos y eso, en Orihuela, nunca más.