El año 1959 fue decisivo en el futuro de la ciudad de Elda y fue también decisivo en la proyección del calzado español. Si aquellas personas que vivieron el momento y tuvieron el valor de organizar aquel I Certamen de Calzados de la Industria Local no lo hubiesen realizado, quizás las Ferias del Calzado se habrían retrasado en su aparición e incluso se habrían creado en otra ciudad zapatera, en nuestra provincia o fuera de ella; por eso precisamente cuando hablamos de cincuentenarios tenemos que referirnos forzosamente al año 1959, porque ese fue el punto de partida y no otro. Este año, 2010, se cumplirá el 51 aniversario de la primera muestra y con ello, el 50 aniversario de la Feria Nacional del Calzado, lo mismo que dentro de dos años, se celebrará el cincuenta aniversario de la I Feria Internacional.

De las personas que gestaron aquel I Certamen Local, quedan muy pocas con vida; hay que recordar de nuevo que el Certamen utilizó como marco las Escuelas Nacionales de Padre Manjón, presentó más de 1.000 pares de zapatos de las más de 200 empresas de calzado inscritas. El Ayuntamiento de la época estaba presidido por Antonio Porta Vera, que felizmente todavía goza de buena memoria; también presidió el Patronato de la I Feria Nacional del Calzado y fue el representante político de todos los acontecimientos que ocurrieron en torno a las Ferias; el concejal de Fiestas del Ayuntamiento era Roque Calpena que sería en quien recaería la organización de aquel primer Certamen y que ocuparía la Secretaría General de las ferias más adelante, sería la persona clave en el desarrollo de los Certámenes Feriales y en el que se concentraba toda la responsabilidad de alcanzar el éxito en aquellos Certámenes; pero había otras personas: Oscar Santos, como primer impulsor de la idea (al menos públicamente) y cuya labor con sus artículos publicados en Valle de Elda ilusionó a muchos eldenses. Oscar, que era cuñado de Calpena, tenía muy claro lo que se necesitaba para sacar al sector zapatero de su letargo y sus constantes crisis, lo publicó y lo defendió con fuerza y convicción; también el propio semanario Valle de Elda con Alberto Navarro a la cabeza que con sus permanentes escritos de redacción exigía la puesta en marcha de aquel proyecto; y en otros escenarios que iremos desgranando oportunamente, José María Gran Diez, impulsor de Elda Exportadora y de otras iniciativas tendentes a la búsqueda de nuevos mercados y que puso en juego mucho más que su propio trabajo; la lista de personajes es más amplia, aunque quizás con otro tipo de participaciónÉÉ

Debemos agradecer a aquellas personas, sus ideas y su trabajo. Con aquellas iniciativas, y con aquel empuje, la ciudad de Elda se benefició enormemente porque albergó durante treinta y dos años las Ferias del Calzado, pero los beneficios de aquellos logros, también los recibió el sector zapatero en su conjunto. Es justo que, al menos, la ciudad a la que sirvieron, les conceda los máximos honores nombrándolos Hijos Predilectos y perpetúen sus nombres en el callejero de la ciudad, no sólo como un acto de justicia; son precisos estos estímulos para que esos ejemplos se conozcan y se transmitan a nuestros hijos.