Ayer tuvo lugar la tercera jornada gastronómica de «Menjars de la Terra» en su recorrido por las comarcas de l’Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla. Era el turno de Castalla, concretamente, la parada tuvo lugar en el corazón de la «Ruta de los Gazpachos» donde se encuentra el restaurante Casa Paqui, que abrió sus puertas en el año 1994. Desde entonces se mantiene fiel a la cocina tradicional de la localidad y en él se puede degustar una gran variedad de platos típicos del interior elaborados a partir de ingredientes de primera calidad, pero con una evidente puesta al día.
La jornada tuvo una gran acogida por parte del público agotando las reservas en pocos días. Casa Paqui ha respondido con creces a las expectativas que se habían despertado por parte de los comensales que salieron muy contentos y satisfechos con el resultado.
Su gerente y jefe de cocina, Matías Juan Rico define el estilo de esta casa como «la cocina de toda la vida con un toque actual», porque «la cocina antigua es la base y a partir de ella innovamos», explicó el chef.
Lo que está claro es que en Casa Paqui se buscan los sabores originales, es decir, aquellos que, como destaca el propio Matías, «definen nuestras montañas de Alicante», pero siempre con un toque de creatividad.
Para esta ocasión tan especial, el menú fue cuidadosamente seleccionado para reflejar las propuestas más destacadas de la carta del restaurante. Los asistentes disfrutaron de platos con lo mejor de la huerta, una exquisita selección de carnes, un toque de mar y uno de los productos estrella de la zona, los caracoles.
El cóctel de bienvenida dio comienzo con un jamón ibérico de bellota, dispuesto sobre la mesa junto a un cortador experto, invitaba a saborear la excelencia de la tradición, así como un gran surtido de embutidos y quesos, creando una variedad de sabores y texturas que despertaban el apetito y curiosidad de los asistentes.
Tras tomar asiento, los entrantes comenzaron a desfilar trayendo consigo una sinfonía de aromas y colores que anticipaban la delicia. La «tosta de escalivada con sardina ahumada y cebolla crujiente», que transportaba a la costa mediterránea por su frescura y sutileza de sabores. Por su parte, el «pastel de cochinillo», acompañado de un coulis de cereza, se deshacía en el paladar, dejando una huella de placer en cada bocado.
La «perdiz de monte en escabeche sobre una cama de canónigos, tomate cherry y rúcula», fue un equilibrio perfecto entre lo robusto y lo fresco. Así como el «calabacín relleno de verdura y bacalao», flotando sobre una «sopa de pimientos de piquillo y cebollino», que sorprendía por su sabor original.
La «borreta desestructurada con anguila y cereza» cautivó con su presentación innovadora y sus sabores arraigados en la tradición local. Cada plato era una obra maestra, una oda a la creatividad y al respeto por los ingredientes de calidad.
El plato principal, una «paella de la montaña con conejo, caracoles y bolets», que elogiaba a los paisajes agrestes de la región, con su sabor robusto y reconfortante. El «granizado de herbero», refrescante y aromático, nos ofreció un descanso entre platos. Finalmente llegó un momento muy esperado: el postre. La «torrija bañada en Anís Tenis sobre helado de mantecado casero» regaló una explosión de dulzura y sabor, cerrando la comida con broche de oro. Acompañada de café y licores de la tierra.
En cuanto al menú, confeccionado en Casa Paqui para la ocasión, el alcalde de Castalla, Jesús López, no pudo elegir sólo un plato: «no sabría decir qué plato es el que más me ha gustado». Me ha sorprendido mucho el cochinillo y el arroz de la montaña, que es lo más típico de aquí, también ha estado muy bueno. Aunque también resaltaría la tosta con la escalivada».
En este sentido, el primer edil resaltó que «si vienes a Castalla no fallas» destacando algunos de los manjares que tiene esta localidad, «además de los archiconocidos gazpachos, que semanalmente llenan Castalla de visitantes, pues, también hay que destacar el arroz de la montaña, los embutidos caseros y la repostería. Se puede decir que es un buen destino para venir a comer, pasar un fin de semana o disfrutar de un día de descanso con los amigos y pasear por el pueblo y degustar luego de su gastronomía».
Asimismo, López señaló lo positiva que es esta iniciativa para poner en valor la riqueza gastronómica de la provincia, «es una manera de dar a conocer la cocina de Castalla, que creo que es muy rica y, además, variada, y que mucha gente no conoce».
De la tierra a la mesa
«Menjars de la Terra» es una iniciativa promovida por INFORMACIÓN con el apoyo de la Diputación de Alicante para celebrar los sabores de la tierra y la autenticidad culinaria de toda la provincia.
Este mes de abril, la ruta gastronómica se centra en las comarcas de l’Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla con ingredientes protagonistas en la zona como son la Cereza de la Montaña de Alicante y las Bebidas Espirituosas Tradicionales, que armonizan a la perfección todos los menús de esta fiesta de la gastronomía provincial.
Hoy es el turno del restaurante Pirámide en Banyeres de Mariola y el broche final vendrá dado por L’aplec en Onil, el próximo viernes 12 de abril. Buen provecho.
MENÚ DE HOY
Pirámide
(Banyeres de Mariola)
ENTRANTES:
Albóndigas de bacalao.
Pericana de la Sierra de Mariola.
Alcachofas fritas con salsa kimchie.
Setas de chopo.
PLATO PRINCIPAL :
Arroz de setas, pato y foie.
POSTRE:
Tarta de queso al horno con mermelada de cereza.
Cafés e infusiones.
Chupito de herbero de Banyeres.
BODEGA:
Vinos blancos y tintos de la DOP Alicante.
Aguas, cervezas y refrescos.
PRECIO POR PERSONA: 42€ (IVA incluido)
Reservas: 965 56 64 71 - 607 76 72 80.
www.piramidesl.com