Apunta cosas que deben valorarse, sobretodo en el marco de la planificación y del montaje, más aún cuando estamos ante el primer largometraje del director noveldense Alfredo Navarro. Resalta también la capacidad de improvisación de algunos de los diálogos, considerando que la película se ha filmado sin guión y con decisiones al respecto sobre la marcha.

Frente a estas virtudes el mayor hándicap procede de la falta de naturalidad de determinados momentos y personajes, fruto de haber recurrido a actores no profesionales que no siempre han logrado el punto exacto sobre el particular. El mayor dilema que se presentaba en el proyecto, en un afán lógico por resaltar el protagonismo de la propia ciudad de Novelda, era el elegir el género para subrayar la coherencia de las imágenes.

Finalmente se optó por el documental de ficción, con los actores interpretándose a sí mismos. Aquí es donde se presentaba el principal riesgo de la cinta y donde los resultados son más discutibles. Es probable, a pesar de que en el rodaje se han empleado dos años, que se advierta en alguna medida la falta de experiencia. Lo que realmente destaca a gran nivel es la música de Oscar Navarro, compositor que ya fue nominado al Goya en 2013 por la banda sonora de La mula.

Planteada en principio como un corto, que se convirtió en largo por la acumulación excesiva de material, la cinta quiere ser un alegato a favor del espíritu de superación. Su objetivo ha sido destacar la fuerza del individuo frente a las instituciones, de modo que cuando parece que todo está perdido, podemos ser poderosos si buscamos nuestra fuerza interior.

Hay una visión un tanto edulcorada en la parte final de los problemas que atraviesan los cuatro protagonistas que puede parecer algo blanda. La historia implica a un camionero sexagenario encaprichado con una guitarra rockera, una dolescente ciego que es un virtuoso del piano, una joven con espina bífida que quiere dejar el hogar paterno para ser independiente y un profesional de lucha que anhela viajar a Tailandia para perfeccionar ese dominio.