Es un placer ser y sentirte un espectador mimado. En La 2, como hemos dicho y espero seguir diciendo, los momentos donde se dan esas circunstancias se producen con mucha frecuencia. Me fijo en el domingo, en la tarde noche del domingo. Esta semana 'Página 2' celebra nada menos que trescientos programas, es decir, nueve temporadas hablando de libros, de escritores, de editoriales, de viajes y de mundos como el cine relacionados con la literatura.

'Página 2' se ha convertido en el programa de libros más longevo de la televisión pública. Óscar López es la cara visible del milagro. No hay secretos. Amar la literatura es lo primero, ausencia de altivo elitismo -como el insufrible por pedante que ejercía en 'Negro sobre blanco' Sánchez Dragó- puede ir después, cuidar la puesta en escena también ayuda, agilizar el sumario es fundamental, y hacer atractiva la emisión con secciones novedosas puede engancharte sin remisión. Página 2 -no me gusta que se emita ahora el sábado por la tarde- hace todo eso, y más.

El programa del domingo pasado, que se iniciaba con 'Página 2', siguió con una película, y antes de las doce de la noche, y sin salir de casa, en zapatillas, tirado en el sillón, hecho un desastre, podías subirte nada menos que a 'El palco'. ¿Quién da más? Ópera sin salir de casa.

La última que vi, hace unos días, fue una vibrante versión de La Traviata, la extraviada de Giuseppe Verdi, con una enorme y poderosa Ermonela Jahocomo Violetta en una realista puesta en escena de David McVicar. Insisto. ¿Quién da más una noche de domingo? Mientras, en Telecinco, se estrenaba GH 16.