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La hostelería de Torrevieja urge cerrar trece calles del centro para poner más terrazas

Un total de 92 de los 419 bares y restaurantes con autorización de ocupación de vía pública han pedido ampliación - Tráfico rechaza una petición para poner sillas y mesas en un tramo del paseo de La Libertad

La hostelería de Torrevieja urge cerrar trece calles para poner más terrazas

El sector hostelero de Torrevieja ha registrado la petición para cortar 13 calles en el casco urbano este verano con el objetivo de ampliar su oferta de terraza y ocuparlas con más sillas y mesas, según ha confirmado el concejal de Seguridad, Federico Alarcón (PP) a INFORMACIÓN. Una posibilidad que la ordenanza municipal ya contemplaba al margen de la crisis sanitaria y que se ha hecho efectiva en los últimos veranos, aunque en muy pocos tramos del casco urbano. A estas solicitudes se suman 92 más de ampliación de terrazas (sin corte de calle), algo que representa aproximadamente al 20% del total de negocios autorizados con servicio de mesas y sillas autorizadas en la calle. Torrevieja cuenta con un censo de negocios de hostelería situado en el millar de licencias. Este año 2020 se han autorizado terrazas para 419 locales.

El Ayuntamiento ha eximido del pago de tasas a los bares y cafeterías que no pudieron ubicarlas durante el confinamiento. Entre los cortes de calles que tienen expectativas de autorizarse figuran un tramo de la calle Bazán -junto a la plaza de la Constitución-, Zoa, Pedro Lorca -que se ha cortado otros veranos, Azorín o avenida de los Españoles, en paralelo al remodelado paseo marítimo de La Mata.

Alarcón, a preguntas de INFORMACIÓN, indicó que algunos de los cortes de calles son colectivos, de ahí que con 13 peticiones afecten a 17 establecimientos. El edil advierte que «no todas las peticiones van a ser viables» porque los servicios técnicos municipales, tanto en el área de Tráfico como en Urbanismo consideran que pueden generar problemas. La misma fuente indica que los informes de los técnicos deben reflejar el impacto del cierre en el tráfico, el acceso a los vados -que puede ser a aparcamientos subterráneos-, los vehículos de emergencias y el reparto de mercancías de proveedores. Las peticiones se van a ir resolviendo en las próximas semanas pero, por ejemplo, ya se ha confiramdo el rechazo de la solicitud a la calle Diego Hernández, que es peatonal pero requiere de accesos para vados y ya cuenta con una amplia ocupación de sillas y mesas. También se ha rechazado el corte de tráfico de un tramo del Paseo de la Libertad para ese mismo uso -dos carriles-. Hace unas semanas se elaboró un informe genérico en el que se indicaba qué zonas de la ciudad no podían someterse a un corte de tráfico por ocupación de terrazas. Solo se autorizarán las que estén fuera de ese ámbito.

Recuperar

La ocupación de sillas y mesas está permitiendo a los locales recuperar la actividad paralizada durante meses. Y en algunos casos los locales disfrutan ahora de más aforo total que el que ofrecían antes de la crisis sanitaria porque al 75% del interior se suman el doble de sillas y mesas en el exterior, una vez que se han relajado las medidas de distanciamiento a un metro y medio. Negocios que carecían de terraza antes de la crisis sanitaria o solo contaban con una de reducidas dimensiones las han instalado o ampliado sobre aceras que no tienen ni tres metros de ancho en las calles Ramón Gallud, Joaquín Chapaprieta, María Parodi, Pedro Lorca, San Ramón, San Gabriel o Caballero de Rodas, entre otras. Estas ampliaciones han suprimido docenas de plazas de aparcamiento en el centro.

Otras terrazas, en espacial las ubicadas en paseos y zonas verdes sin la limitación de ceñirse a los aparcamientos, están inmersas en una auténtica competición por ampliar espacio: es el caso de la milla de oro del paseo de Juan Aparicio en la que incluso un restaurante prohíbe el paso a los peatones del paseo en el pasillo comprendido entre sus terrazas y el interior del restaurante. O se han rodeado los bancos públicos del pasillo y los reclamos con las ofertas del día ocupan los parterres de vegetación.

Vigilancia especial en pubs del puerto y las discotecas del polígono ante la gran afluencia de público

La Policía Local comprobó hasta tres veces el sábado que se cumplía la normativa higiénico-sanitaria en «Velice»

El concejal Federico Alarcón (PP) aseguró ayer que desde que se autorizó la reapertura de bares, cafeterías, pubs y discotecas (estas últimas con muchas más limitaciones que el resto de negocios) se ha «apercibido a varios hosteleros que han corregido las deficiencias», pero no se han impuesto multas.

Este sentido y a preguntas de INFORMACIÓN, Alarcón dijo que desde hace semanas se ha intensificado la vigilancia de Policía Local con la colaboración de Guardia Civil en dos zonas concretas: los pubs de Marina Salinas, en especial Bacanal, y las discotecas del polígono industrial Casagrande, Velice y Parking. Zonas de las que el concejal ha recibido personalmente mensajes de vídeo e imágenes en las que se pone en duda que se estén siguiendo -por parte del público- las normas de distanciamiento social y las medidas higiénico-sanitarias frente a la Covid-19.

Este mismo sábado un nuevo vídeo difundido en redes sociales sobre la actividad en las discotecas de Torrevieja ha vuelto a generar polémica. En las imágenes, por confirmar que sean del sábado, y con miles de retuits, se ve a numeroso público bailando, sin distanciamiento social, ni mascarillas cuando las zonas de baile están expresamente prohibidas. Alarcón dijo que en el caso de Velice la Policía Local visitó el local en tres ocasiones durante la noche del sábado y que los agentes no detectaron problemas de incumplimientos, además de comprobar que el aforo total no sobrepasaba el permitido, el 75% del total. En el caso de esta discoteca una de las salas cuenta con un aforo de mil personas. Y otras dos salas con 400 cada una.

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