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Torrevieja

Los manteros «retoman» la venta ilegal a lo largo de 600 metros del paseo marítimo

Más de 80 vendedores sin licencia ofrecen productos a diario sin obstáculos

Imagen captada este fin de semana de la presencia de venta sin licencia y de productos falsificados en plena fachada marítima.

La venta sin licencia y de productos falsificados ha regresado con fuerza para quedarse este verano en el paseo marítimo de Juan Aparicio, en especial los fines de semana, y horario nocturno. Más de ochenta puestos improvisados en dos hileras ofrecen sus mercancías a lo largo de casi seiscientos metros en paralelo al mar. En el principal espacio turístico de la ciudad, la milla de oro de la hostelería local, entre el monumento al Hombre del Mar y la playa del Cura. La oposición del PP al equipo de gobierno, comerciantes y hosteleros temen que la actividad vaya a más durante las próximas semanas si el Ayuntamiento no toma medidas.

La Alcaldía, que es la responsable de la Policía Local, se limitó ayer a indicar que el Grupo de Refuerzo Operativo (GRO) de la Policía Local, tiene entre sus cometidos la vigilancia y sanción de la venta sin licencia y de productos falsificados. Las mismas fuentes señalaron que no podían desvelar ni el refuerzo en recursos ni cuándo se intervine de forma concreta en el paseo para atajar la actividad.

Los vendedores, sobre todo de origen senegalés, y en menor medida, magrebí, improvisan sus propios dispositivos de vigilancia y retiran rápidamente los productos cada vez que se acerca una patrulla a pie de policías de base. Y vuelven para ofertarlos cinco minutos después en el mismo emplazamiento. Solo el despliege enfocado exclusivamente a reducir la presencia de venta sin licencia por parte del GRO o la Guardia Civil es efectiva.

Además de la competencia con los establecimientos comerciales, la actividad de los manteros provoca el colapso del paso de viandantes: la demanda de estos productos es muy elevada. Los compradores, turistas residenciales, se paran en pleno paseo y cierran el paso al resto de viandantes. En un espacio donde desde años se ha privatizado el dominio público por la presencia de terrazas, que ocupan la mitad del paseo -con escaso control en verano por parte de Costas y el Ayuntamiento-.

La intervención Guardia Civil en la zona, antes coordinada con la Policía Local, incluso con patrullas mixtas, se redujo desde que la presión policial rebajó la intensidad de la venta ilegal entre 2014 y 2016. Un dispositivo derivado a su vez de los problemas se seguridad generados por la presencia masiva de manteros en 2012 con enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que obligaron a la Subdelegación a tomar medidas.

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