Las mujeres representan ya más de la mitad de los alumnos universitarios y sin embargo esta cifra cae hasta el 25% cuando se trata de las ingenierías. Para corregir esta situación la Universidad de Alicante (UA) lidera un proyecto financiado por el Instituto de la Mujer con 420.000 euros en el que participan otras cinco universidades españolas que lleva por nombre «Quiero ser ingeniera». La idea es salir de los campus para captar vocaciones en los colegios e institutos en una primera fase para después llevar a las alumnas hasta la Universidad para realizar prácticas de laboratorio de diferentes disciplinas con el objetivo de animar a las niñas a matricularse en alguna ingeniería.
El coordinador del grado de Ingeniería Civil de la UA, Luis Aragonés, explica que «según los estudios y encuestas que manejamos las niñas no se animan a estudiar ingenierías porque no ven la utilidad que tiene para la sociedad y esto es lo que queremos cambiar porque en otras titulaciones de ciencias como Medicina o Biología no existe este problema». Aragonés, que lleva tiempo estudiando este fenómeno, insiste en que «no es ya solo una cuestión de igualdad y de reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres, que también, es que no vamos a tener suficientes ingenieros para cubrir los puestos que se van a necesitar de aquí a 20 años si las mujeres no se incorporan».
25%de mujeres en las titulaciones de ingeniería
18%el porcentaje desciende en Informática
Profesores de la UA ya han comenzado con este proyecto, en el que prevén visitar más de un centenar de institutos de diez municipios de la provincia, con un impacto directo en unos 5.000 alumnos, según calculan. El pistoletazo de salida se dio en el instituto Figueras Pacheco de Alicante, donde se reunieron con profesores, padres y madres de alumnos para explicar por qué deben animar a las niñas a estudiar las disciplinas STEM (Ciencias, Tecnologías, Ingenierías y Matemáticas por sus siglas en inglés). «Sabemos que en la elección de la carrera influye mucho lo que les digan padres y profesores, por eso queremos hablar primero con ellos», indicó Aragonés. Otra de las barreras detectadas son los estereotipos ligados a las ingenieríasestereotipos , especialmente en el caso de la Informática, en la que la imagen de «friki» ayuda muy poco a que las niñas se sientan atraídas por ellas. Por eso también hablarán a las niñas ingenieras que les explicarán en qué consiste su trabajo.
Sin paro
Y esto mismo sucederá en el caso de la Universidad de Granada, la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Burgos y la Universidad Politécnica de Cartagena porque la baja matrícula de ingenieras no es ni mucho menos un problema de la provincia sino de toda España e incluso de todo el mundo occidental donde los datos son muy similares. En la UA están en la media de matrículas con respecto al resto de España. Del total de 6.605 estudiantes matriculados en ingenierías desde el curso 2010-2011, 1.651 son mujeres, es decir, el 25%, una de cada cuatro. En el caso de Ingeniería Informática aún es más grave, con un 18% de matriculación, y aún es más sorprendente que en los años 80 estudiaran el doble de chicas esta disciplina que ahora. Sin embargo, en Tecnologías de la Información para la Salud, que se convertirá a partir del curso que viene en Ingeniería Biomédica, la realidad es la contraria, hay 89 mujeres por 79 hombres, lo que corrobora la teoría de Aragonés del interés femenino por el mundo sociosanitario. «Aquí si ven la relación con la Medicina, pero deben saber que pueden ayudar también en este campo desde otros ámbitos de la ingeniería», señaló.
Además, tanto en ingenierías como en Matemáticas el paro es prácticamente inexistente y como apuntaba el responsable de Ingeniería Civil, en los próximos años no se van a poder cubrir los puestos de expertos en nuevas tecnologías y robótica que van a ser demandados. La UE estima en 900.000 los puestos tecnológicos que se van a crear en un futuro cercano.
Aragonés también destaca otro dato llamativo. A nivel general, del 28% de egresadas ingenieras, solo el 16% trabaja como tal. En este sentido, algunas responsables académicas de ingeniería de la UA achacan esta realidad a la falta de conciliación laboral por un lado y, por otro, al hecho de que en la mayoría de grandes empresas los proyectos se desarrollan fuera de España, lo que también puede suponer un freno en función de la situación familiar de las mujeres.
Con el proyecto que acaba de arrancar desde la Escuela Politécnica Superior de Alicante esperan «ir cambiando la tendencia» porque además de todos los motivos expuestos las mujeres son la mitad de la población y si no se involucran en el diseño del futuro no se contará con sus ideas ni con su punto de vista cuando utilizan la tecnología en igual medida que los hombres. Y se desperdiciará una gran cantidad de talento.
