Una mujer ofreció ayer en la Audiencia Provincial de Alicante un desgarrador relato del presunto secuestro y violación que sufrió el pasado año durante cerca de dos horas y aseguró en varias ocasiones que pensó que el agresor, que la raptó en Benidorm y la agredió sexualmente en Polop, iba a matarla con la navaja que llevaba para intimidarla. «Rezaba para que no fuera mi último día», declaró entre sollozos la víctima, mientras el acusado la escuchaba en silencio oculto tras un biombo para protegerla. La Fiscalía y la acusación particular reclamaron en el juicio celebrado en la Sección Primera de la Audiencia penas que suman más de 24 años de prisión por delitos de agresión sexual, detención ilegal, robo con intimidación, lesiones y conducción sin permiso.
El acusado, que en 2008 ya fue condenado a nueve años de cárcel por otra violación, se declaró inocente y afirmó que fueron unas relaciones sexuales consentidas. Su abogado defensor, Ernest Armada, pidió su absolución.
Los hechos enjuiciados ocurrieron el 11 de junio del pasado año sobre las tres de la tarde. Según las acusaciones y ratificado ayer por la víctima, la mujer se acababa de subir a su coche estacionado en un descampado situado en la avenida Beniardá de Benidorm, junto a la estación del TRAM. El acusado se acercó al vehículo y le preguntó por la parada de bus a Callosa d'en Sarrià. Tras contestarle simuló que se marchaba pero se acercó de nuevo a la ventanilla del conductor y le dio un fuerte puñetazo a la mujer.
Llevaba una navaja en la mano y le dijo que «me cambiara de asiento y que estuviera calladita». Además le advirtió de que la rajaría si chillaba o se bajaba del coche.
El secuestrador se puso al volante del coche y tras salir en dirección contraria se dirigió hacia La Nucía y continuó hasta Polop, donde llegó a la pedanía polopina de Chirles y se introdujo por varios caminos rurales hasta llegar a una zona de campo. «Buscaba un sitio donde no oyera nadie lo que ocurría», recordaba ayer la víctima, quien afirmó que durante el trayecto desde Benidorm hasta Chirles no paraba de intimidarla y amenazarla con la navaja. «Rezaba para que no fuera mi último día, ya que parecía que iba a serlo», indicó.
Cuando paró el coche, la mujer explicó que el agresor sacó un cordón de una prenda de vestir suya y la maniató. Le quitó los pantalones y su ropa interior y a continuación la agredió sexualmente. Durante la agresión le llegó a poner una camiseta en la cabeza, momento en que la situación de terror que estaba viviendo se acrecentó aún más. En ese instante pensó: «Se acabó, ahora me mata con la navaja», declaró ayer la víctima.
Tras consumir la violación le dijo que no podía dejarla marchar y tras insistirle ella varias veces en que no iba a denunciarle le dio la ropa y se marcharon. Bajaron a una parada de bus en Polop, donde le pidió dinero -40 euros se llevó- antes de marcharse.
Miedo a denunciar
La víctima acudió a su domicilio y aunque inicialmente no quería presentar denuncia «por miedo», al final sí lo hizo y la Policía Nacional de Benidorm le identificó y detuvo en Callosa d'en Sarrià en menos de 24 horas.
El procesado negó la acusación y alegó que fueron relaciones consentidas y que ambos ya se conocían, algo que negó ayer la víctima. Su abogado defensor pidió la absolución por falta de pruebas.
Además de los 24 años y cuatro meses de prisión, las acusaciones piden que la víctima sea indemnizada con 34.800 euros por las lesiones y daños morales y con otros 1.903 euros por los daños causados al coche de ella.
