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CORONAVIRUS

La Comunidad se aísla de la tensión política en España y abre la vía a un pacto de reconstrucción

Ximo Puig propone en las Cortes salir de la crisis del coronavirus ampliando la unidad de los socios del Botànic y en consenso pleno con la sociedad

La Comunidad se aísla de la tensión política en España

Ximo Puig valora la unidad como el único camino para salir de la crisis sanitaria, social y económica provocada por el coronavirus. El Consell y los grupos parlamentarios, de izquierda a derecha, obviaron ayer la insalvable distancia existente entre el PSOE y el PP en España para emplazarse a un gran acuerdo de reconstrucción. Lo hicieron en el desarrollo de una Diputación Permanente convocada en las Cortes para abordar la crisis, justo a la misma hora en la que Pedro Sánchez y Pablo Casado escenificaban su división absoluta y exhibían su desconfianza en el Congreso. Sólo había que escuchar lo que se decía en uno y otro lado para evidenciar que, en estos momentos, la Comunidad Valenciana se ha convertido en un oasis al margen de la tensión política estatal. Allí no se ponen de acuerdo. Aquí, por ahora, todo es diferente.

El Palau dels Borja reabrió ayer sus puertas tras casi mes y medio de paralización para acoger la celebración de esta sesión histórica en la que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicepresidenta Mónica Oltra dieron cuenta, por petición propia, de las acciones desarrolladas hasta ahora durante la pandemia. Todos los portavoces de los grupos, aun pudiendo estar situados en las antípodas ideológicas, coincidieron en evitar los enfrentamientos que se están viviendo en el Congreso y en seguir el mismo camino de unidad que han protagonizado durante las últimas semanas. Fue una sesión de tono dialogante, propositivo e institucional que arrancó con un minuto de silencio por las víctimas del virus.

En un hemiciclo semivacío y lleno de mascarillas, Ximo Puig se subió a la tribuna, con gesto grave, para entonar el mea culpa por los errores cometidos y por haberse visto superado, reconoció con humildad, por la falta de material ante el «tsunami». De cara a la salida de la crisis, la mayoría del Botànic frente a la inestabilidad del Gobierno de España, le permite apostar por un pacto valenciano sin urgencias mediáticos, dijo, ni cheques en blanco. «Esto no va de marketing, hagámoslo bien», aseveró Puig. Todos proyectaron unidad por encima de cualquier otra consideración. Y así lo hicieron tanto el PP como Ciudadanos pero también Vox, en una posición mucho más razonable que en Madrid. Cogieron el guante con una actitud constructiva. Fue un debate moderado y con altura de miras por parte de todos los síndics. La derecha se mostró abierta al pacto pero «sin mutualizar errores». Reclamaron la necesidad de realizar test masivos a la población y pidieron fecha y hora para el inicio de la negociación. Tanto Isabel Bonig como Toni Cantó dijeron que una de las recetas debe ser evitar duplicidades, pidieron reducir la estructura del Consell y volvieron a poner sobre la mesa, especialmente la líder del PP, un presupuesto para la legislatura.

Cantó fue más allá en los gestos. «Cambie de socios o los puede ampliar», pidió a Puig ofreciendo estabilidad y subrayando que su mensaje había sido más constructivo que el de Compromís o Podemos, socios de los socialistas. El buen tono con la oposición llevó incluso a Puig a agradecer las iniciativas de Bonig y a reconocer que Toni Cantó había sido el primero que había propuesto un pacto autonómico. «No queda otra que caminar juntos para evitar una fractura social enorme» aseguró Ximo Puig al tiempo que hacía hincapié en que «la democracia no está en cuarentena». Tras la intervención de los portavoces del Botànic con perfil moderado y sin hacer uso de la contrarréplica, Puig insistió en que en este pacto valenciano debe participar tanto el mundo empresarial como la sociedad civil, sin partidismo y sin distinciones. De inmediato, en un comunicado, la patronal autonómica se sumó a la conveniencia de facilitar ese acuerdo con el único objetivo de beneficiar a la sociedad y a la economía.

En cuanto a la gestión del Botànic el presidente de la Generalitat adelantó que habrá que replantear el presupuesto y hacer ajustes «con cohesión». Ante el peor escenario que un dirigente político podía imaginar con más de mil valencianos fallecidos en poco más de un mes, el jefe del Consell explicó con detalle el impacto sanitario, económico y social que ha tenido el Covid-19 y se lamentó por la situación que viven los ciudadanos confinados , los empresarios, autónomos y miles de trabajadores con un incierto panorama que se preguntan qué pasará ahora. Y en ese planteamiento del «día después», el jefe del Consell se mostró partidario de que la desescalada atienda a criterios geográficos, de edad y por actividad y adopte una ejecución descentralizada. do en beneficio de la sociedad y la economía.

Seguridad e higiene, corbatas negras y mascarillas en una sesión inédita de las Cortes

Numerosas medidas de seguridad e higiene ayer en las Cortes en la sesión de la Diputación Permanente convocada con motivo del coronavirus. Los funcionarios, diputados y el propio Puig, como se ve en la imagen, acudieron con mascarilla y guantes. Algunos con corbatas y vestidos negros. Además de las comparecencias de Puig y Oltra, en el hemiciclo semivacío también se escuchó el nombre de Concha, la trabajadora del parlamento encargada de limpiar el atril tras las intervenciones.

Segunda jornada con intervención de Ana Barceló y convalidación de decretos

La sesión celebrada ayer en las Cortes con la costumbre de las réplicas y contraréplicas alargó las dos comparecencias de Puig y Oltra durante más de cuatro horas. Eso provocó que la consellera de Sanidad, Ana Barceló, no pudiera intervenir, por lo que su comparecencia se aplazó 24 horas y tendrá lugar esta misma mañana. Hoy, por tanto, se reanudará la sesión extraordinaria de las Cortes con su intervención y la votación de dos decretos sobre economía y educación, también relacionados con la pandemia del coronavirus. El parlamento volverá a empezar la jornada completamente desinfectado y solo podrán acceder los 21 miembros de la Diputación Permanente.

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