El anhelado consenso de Carlos Mazón se ha venido abajo en su primera decisión importante como presidente de la Diputación. El mandato arranca con una gran bronca política por los sueldos y los asesores. A las primeras de cambio, discrepancias y reproches hasta dentro del propio equipo de gobierno. Cada uno tiene una manera diferente de articular el entendimiento, pero ocultar parte de la información de una negociación solo puede enrocar las posiciones. El PP ya ha recibido las críticas del PSPV y Compromís por haber entregado nueve cargos «a dedo» a Ciudadanos con una estructura paralela a su Vicepresidencia que ya de por sí tiene media docena de empleados eventuales. Desconcertante estilo negociador de quién abogó por la transparencia pero no informó a los grupos del número, características y retribuciones de los asesores «a dedo», pese a que la decisión se tomó días antes de la firma del pacto. Pero además, al PP también le llueven las críticas desde dentro. Los diputados Javier Gutiérrez y Julia Parra, quienes se autodenominaron sus «socios fiables», no dudaron ayer en defenderse del alto número de cargos que tendrán a su disposición, poniendo el ventilador en dirección a su flanco derecho.
Los de Albert Rivera endosaron a Mazón y su equipo la responsablidad de haber aceptado el reparto que deja el mismo número de asesores en el partido de la Diputación que en toda la Conselleria de Educación, Cultura y Deportes y más que en la mayoría de áreas de gobierno del Consell. Está claro que contra el vicio de pedir, la virtud de no dar, pero la formación naranja no ha tardado en alimentar la agria polémica y ha basado su discurso en asegurar que «nuestro derecho es pedir, pero hay que preguntar quién ha aceptado las condiciones y las va a aprobar», tal y como aseguró ayer el portavoz de Cs Javier Gutiérrez.
En el pleno de investidura, Carlos Mazón hizo pivotar su mensaje en la importancia de tender puentes y alcanzar decisiones consensuadas. Sin embargo, no ha sido capaz de llegar a un entendimiento con el resto de partidos políticos y ya ha abierto su primera caja de los truenos: de los 29 asesores que se aprobarán mañana viernes en el pleno de Organización de la Diputación Provincial sin el apoyo de PSOE ni de Compromís, 16 son para el PP, 9 para Ciudadanos, 3 para los socialistas y 1 para Compromís. Ante este escenario, los dos diputados de Ciudadanos se quedan con nueve personas trabajando para ellos e incumplen, por lo tanto, los criterios defendidos a capa y espada en campaña electoral cuando Toni Cantó calificó las diputaciones como espacios dedicados al enchufismo y se comprometió a no entrar en este juego de «chiringuitos». Ahora que tocan la moqueta con la yema de los dedos y que se embolsarán los sueldos más altos, Julia Parra y Javier Gutiérrez siguen garantizando que su consigna es la «gestión transparente y sin amiguismos políticos» y defendiendo que los asesores son «personas formadas y especializadas en sus tareas». Sobre su propuesta de eliminar las diputaciones, el portavoz de Ciudadanos dijo ahora que el organismo provincial de Alicante «funciona».
Por su parte, Toni Francés, portavoz del PSPV, recordó que fue el partido más votado y dijo «no compartir ni entender» la propuesta de Mazón porque «nunca se había maltratado tanto al principal partido de la Diputación». «Teníamos cinco asesores en el anterior mandato y ahora nos ofrecieron dos que finalmente se quedaron en tres. Esto supone una irresponsabilidad y una injusticia», añadió Francés. Para el portavoz de Compromís, Gerard Fullana, «ni en siete vidas le va a dar tiempo al señor Toni Cantó a explicar cómo es posible que haya criticado al Consell mientras dos diputados de Ciudadanos se reparten un festín de casi medio millón de euros anuales en una institución que dicen querer cerrar».
El diputado de Innovación y portavoz del PP, Adrián Ballester, defendió la resolución y quiso hacer hincapié en que «se ha mejorado el reparto de asesores a la oposición con respecto al periodo de 2015 y todos los diputados tendrán retribución, cosa que no hace la izquierda donde gobierna».
Toni Cantó por WhatsApp: «Los diputados de Ciudadanos tienen más trabajo que el resto»
El síndic de Cs en las Cortes justifica la estructura que tendrá su partido en la Diputación por la carga laboral para su grupo
El síndic de Ciudadanos en las Cortes, Toni Cantó, defendió ayer el reparto de asesores «a dedo» en la Diputación Provincial de Alicante y justificó la concesión de sus nueve trabajadores eventuales en la carga que tendrán que afrontar los dos diputados Javier Gutiérrez y Julia Parra. El líder de Cs en la Comunidad Valenciana no quiso hacer declaraciones a este medio para evitar preguntas y su gabinete de comunicación se limitó a enviar por WhatsApp un comunicado en el que afirmaba que «el reparto de tareas en la Diputación de Alicante no ha sido proporcional al número de diputados de cada partido» recordando que Cs gestionará las áreas de Vicepresidencia, Cultura, Transparencia, Infraestructuras y Asistencia a Municipios. En su opinión «cada diputado de Cs asumirá mucho más trabajo de gestión que cualquier otro diputado, por lo que es necesario un equipo para poder desarrollar la acción de gobierno y también la labor de fiscalización a la que se comprometió cuando firmó el acuerdo». Toni Cantó, como se recordará, fue el negociador de la alianza.
También Javier Gutiérrez y Julia Parra coincidieron en la misma postura. Según Parra «los nueve asesores se deben al peso que llevamos en áreas con mucho trabajo» haciendo referencia a Infraestructuras, las oficinas comarcales, Cultura y Transparencia. «Proporcionalmente son departamentos con mucho peso con respecto a un diputado del PP, la carga es muy grande», afirmó la vicepresidenta. El portavoz Javier Gutiérrez defendió la subida del 2,75% de los sueldos de la Diputación pese a ser la institución donde más se cobra. Carlos Mazón tendrá un salario más alto que Ximo Puig y los portavoces y las dos vicepresidentas cobrarán más que Mónica Oltra. Sobre el hecho de que los dos diputados de Cs se embolsen los dos salarios más altos tras el presidente, Javier Gutiérrez volvió al juego ofensivo al detallar que el resto de portavoces «también disfrutarán de ese mismo sueldo».
