La Diputación de Alicante, una de las plazas más codiciadas de estos comicios, se quedará en manos de la derecha, de confirmarse en las próximas horas de forma oficial los resultados que anoche manejaban los partidos y que este periódico contabilizó en los diferentes partidos judiciales. El PP está al mando del Palacio Provincial desde 1995 y, por tanto, cuando finalice este ciclo que ahora iniciamos, sumará casi treinta años al frente de la institución. Aunque falta por confirmar los números partido a partido judicial, es probable que el PP tenga 15 diputados y que pudiera sumar con dos que tendrá Ciudadanos. Los socialistas podrían estar, a pesar de su victoria, en trece mientras que Compromís sólo mantendrá uno para Gerard Fullana en la Marina Alta. Insuficiente para la izquierda que se había marcado la victoria en la Diputación como uno de sus principales objetivos para estos comicios con la idea de acabar con la batalla entre ambas corporaciones que ha presidido este mandato. No lo ha logrado. Y ahora la derecha la seguirá controlando. Un gran éxito para el PP. Es la institución clave para los populares que, de esta manera, tendrían un contrapeso político en Alicante frente al gobierno de la Generalitat de la izquierda.
El resultado, por confirmar desde el Ministerio del Interior, abriría la puerta a un relevo en la presidencia de la Diputación. La dirección nacional del PP tiene decidido que Carlos Mazón, número dos del PP en el Ayuntamiento de Alicante, sea el candidato a presidir la Diputación en detrimento de César Sánchez, borrado de esta campaña y que se había presentado por el Ayuntamiento de Llíber para intentar ocupar un escaño y optar a la reelección. La decisión está tomada y Mazón, casi con toda seguridad, será el elegido desde Génova para el puesto. Los populares tendrán los mismos escaños y tienen en su mano gobernar con Ciudadanos. Por contra, los socialistas tendrán uno más pero la caída de Compromís en l'Alacantí y el Baix Vinalopó unido a la salida de Podemos-EU del Palacio Provincial impide que la izquierda tenga ninguna opción. Así que, en los próximos días, se iniciará el proceso de elección de los diputados provinciales y la corporación se podría constituir durante julio.
De las principales fuerzas que concurrieron a estos comicios cabe destacar, sin duda, el fallido intento de Ciudadanos en su intento de dar el «sorpasso» al PP, que exhibió su músculo municipal en estos comicios. No tendrán otra oportunidad como esta los naranjas para superar a los populares. Los números de Ciudadanos, aunque mejores que en 2015, quedan oscurecidos por el retroceso en la ciudad de Alicante y en Elche, que les resta valor. Además, continúan siendo una fuerza de presencia pero sin chance para ganar elecciones. Apenas es primera fuerza con opciones de Alcaldía en cuatro localidades. Compromís sufre, especialmente, en la provincia, donde también cedió terreno en Alicante y Elche además de perder sus concejales en Benidorm y Elda. Eso sí, puede conservar una quincena de alcaldías y 180 concejales que, unido a la victoria en Valencia, le permite mantener el tipo. Podemos sale muy debilitado para iniciar la negociación del Botànic. Apenas 25.000 votos y una veintena de concejales son poco bagaje para sentarse a negociar con fuerza. Los ultras de Voxa pesar de ceder terreno, lograron concejales clave en Alicante y Elche. Y eso les dará visibilidad durante este mandato municipal.
