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Una pareja toma todo el poder de los ultras de Vox en Alicante

La cúpula nacional liquida la ejecutiva provincial para acallar a los críticos y designa presidenta a dedo a Ana Vega, número uno a las Cortes por Alicante - La líder provincial y el jefe de la capital y alcaldable, Mario Ortolá, son novios

Ana Vega y Mario Ortolá, segunda y tercero por la izquierda.

Una pareja de novios que lleva meses ejerciendo de facto como caras visibles de la ultraderecha de Vox en la provincia de Alicante ha terminado por tomar todo el poder en la organización justo en el momento clave para un partido que va a tocar moqueta a partir del 28 de abril: la confección de las candidaturas electorales y el reparto de los cargos con sueldo público para los próximos cuatro años. La cúpula nacional, en una operación camuflada con una dimisión que en realidad supone liquidar la dirección provincial para acallar voces críticas, ha decidido poner «a dedo» al frente del partido a la jurista Ana Vega, persona de la absoluta confianza del número dos de Vox, Javier Ortega Smith. Además, será la cabeza de lista a las Cortes Valencianas por Alicante, en una candidatura que los ultras registraron ayer por la tarde junto a la del Congreso que encabeza el militar Manuel Mestre Barea pero que rechazaron desvelar, al menos, en sus puestos de salida.

De discurso radical y envuelto hasta el más mínimo detalle del argumentario de los ultras, Ana Vega, además, es pareja de Mario Ortolá, el otro dirigente sobre el que pivota en estos momentos la organización provincial de Vox. Es uno de los responsables del partido en la ciudad de Alicante y además, de cumplirse lo que está ya decidido, será el alcaldable en la capital para las municipales del 26 de mayo. Entre estas dos personas acumulan, en estos momentos, el mando de la dirección provincial de la formación ultraderechista y, posiblemente, los dos cargos institucionales más importantes que tendrá el partido en las Cortes y en el municipio de mayor población de la provincia. Pleno al quince. Ambos ya están colocados y con sueldo asegurado como cargos públicos. Y encima tienen el poder. Todo queda en casa. El movimiento que ha generado una grave crisis dentro de las filas de Vox en Alicante se destapó justo el día en el que la ultraderecha registró sus listas para las próximas elecciones autonómicas y generales, en las que la formación aspira a decantar gobiernos a favor del bloque que forman el PP y Ciudadanos como ya ha ocurrido en Andalucía.

La salida de la dirección de la hasta ahora presidenta Ana María Cerdán -una supuesta dimisión por motivos personales que esconde, sin embargo, un intento de aplastar voces discordantes con la decisión por parte de Madrid de liquidar a toda la ejecutiva- destapa, en realidad, una intensa lucha por el control de la organización ahora que los ultras se presentan a unos comicios con la posibilidad de hacerse con una buena porción de cargos y sueldos públicos tanto en València como en Madrid. El anuncio de su relevo como presidenta provincial lo comunicó la propia Cerdán, natural de Villena, el pasado sábado 23 de marzo durante la convocatoria de una jornada de formación con los coordinadores de la provincia que se celebró en la localidad de Torrevieja para tratar los asuntos referentes a los próximos comicios. El detonante de la crisis interna se produce a raíz de la determinación de disolver la agrupación de Benidorm, una resolución que se tomó sin votación del comité ejecutivo, tal y como establecen los estatutos del partido de Santiago Abascal. Ese movimiento suponía la destitución del coordinador local, Alberto José Inés Moro, un antiguo militante del PP que se postulaba de alcaldable.

Fuentes oficiales de Vox, para restar importancia a la crisis, aseguraron que la renuncia de Ana María Cerdán había sido voluntaria. Otras fuentes de la organización, sin embargo, destacan la importancia del conflicto en Benidorm y aseguran, además, que la dirección ha acumulado una importante cantidad de quejas procedentes de otras localidades, especialmente, de la Vega Baja y l'Alacantí. La resolución de la crisis en Benidorm, aunque sin votación ni reunión de la dirección provincial, ha generado una importante división. La secretaria provincial, Carmen Gomis, y el vicepresidente, José Fresneda, estaban en contra mientras que tres vocales de la ejecutiva -la citada Ana Vega, Miguel Pascual y Juan Francisco García- se posicionaron a favor.

Precisamente, tras la disolución de la ejecutiva provincial, la dirección nacional de Vox ha decidido entregar el poder a los tres vocales que secundaron la decisión de impulsar la disolución de la agrupación de Benidorm con Ana Vega a la cabeza junto a otras dos personas nuevas controladas por la cúpula. Una destitución encubierta de dimisión para quitarse de encima a los disidentes, algunos de ellos militantes de Vox desde que la organización de ultraderecha era un partido residual. Ana Vega será la que liderará. Es la nueva presidenta y además la cabeza de lista a las Cortes por Alicante. El vicepresidente será David García, el cargo de secretario-tesorero lo ocupará Miguel Pascual. Y finalmente las vocalías serán para Andrés Íñigo Martínez y Juan Francisco García. Benidorm fue el detonante. Repartirse el botín de las listas hizo el resto.

Un miembro del partido propinó una paliza a un profesor universitario

Uno de los miembros de Vox en Toledo, José Ignacio Vega Peinado, alias El Toro, es un viejo conocido de la policía de València, donde hace años cumplió condena de cárcel por propinar una brutal paliza a un profesor de Sociología de la Universitat de València al que dejó con un 20% de discapacidad. En 2015, Vega Peinado también concurrió a las elecciones aunque en aquella ocasión lo hizo por el grupo de extrema derecha España 2000, liderado por el valenciano José Luis Roberto, considerado también fundador del grupo neonazi Acción Radical, al que Vega Peinado perteneció en la década de los años 90 del pasado siglo, tal como revela 'La Marea' en su edición digital. Actualmente, el de Vox es un empresario que se dedica al ecoturismo y que se relaciona habitualmente con políticos y empresarios de Castilla-La Mancha. Los hechos por los que García Peinado fue condenado ocurrieron en mayo de 1992 en la avenida de Antic Regne de València. Él y otro miembro de Acción Radical estaban agrediendo a un joven y el profesor, que se encontraba dentro de un bar, salió para llamar a la Policía y para intentar parar el ataque. El docente les recriminó su comportamiento y El Toro se abalanzó sobre él y comenzó a golpearle. Ahora está en Vox. Como consecuencia del ataque, el profesor de la Universitat de València sufrió una fractura de tobillo y una fuerte contusión craneal que lo mantuvo dos semanas hospitalizado y que le dejó un 20% de discapacidad.

Una «femidisidente» para llevar a las Cortes el mensaje ultraderechista

La nueva presidenta provincial de Vox, Ana Vega, y su pareja Mario Ortolá son las dos personas claves de todo este movimiento que está en marcha para hacerse con el mando de Vox. La primera se presenta en Twitter como «abogada, femidisidente, mujer, española y de Vox». Será la encargada de llevar ese discurso al parlamento valenciano a partir del 28 de abril en el supuesto de que, como todos los sondeos coinciden, la ultraderecha se siente en el hemiciclo del Palau dels Borja. Ayer mismo, la organización también movió ficha para intentar controlar el flujo de información. Remitió un correo nombrando un responsable de Prensa y pidiendo canalizar la información a través de la vicesecretaría de Comunicación, que dirige Mónica Borrás.

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